Este lunes, la Diócesis de Parral celebra 32 años desde su fundación, un aniversario que recuerda la trayectoria de fe y servicio en el sur de Chihuahua. Fue el 4 de noviembre de 1992 cuando el primer obispo, monseñor José Andrés Corral Arredondo, dio inicio formal a la diócesis, marcando el comienzo de un camino que, a lo largo de tres décadas, ha transformado la vida de los fieles en la región.
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El legado de monseñor Corral Arredondo, quien falleció en 2011, sigue presente en la comunidad. Tras su partida, en agosto de 2012 asumió el liderazgo de la diócesis monseñor Eduardo Carmona, quien continuó la misión de su predecesor con una visión renovada. Actualmente, la diócesis está bajo la guía del tercer obispo, monseñor Mauricio Urrea Carrillo, quien ha trabajado incansablemente en fortalecer la estructura y alcance de la iglesia en Parral, Jiménez y las comunidades serranas.
Desde su creación, la Diócesis de Parral ha experimentado un crecimiento notable en su estructura y alcance pastoral. Cuando se fundó en 1992, contaba con solo 13 parroquias y 11 sacerdotes. Hoy en día, gracias al trabajo de sus líderes y la respuesta de la comunidad, la diócesis ha crecido a 22 parroquias y cuenta con 44 sacerdotes dedicados a la atención espiritual y sacramental de los fieles.
Este desarrollo ha permitido que la diócesis participe en el Plan Global de Pastoral Nacional, un esfuerzo que ha impulsado la creación de nuevos grupos laicales y el incremento en el número de religiosas que colaboran en labores pastorales. Este crecimiento, según destaca el vicario Jesús Alfonso Baca Medel, refleja una mayor atención a los fieles, ya que ahora se puede brindar un acompañamiento más cercano tanto en las áreas urbanas como en las zonas rurales y periféricas.
Uno de los avances más significativos es la accesibilidad de los fieles a los sacramentos, especialmente el de la confesión. Gracias al aumento en el número de sacerdotes, los habitantes de Parral y las localidades cercanas pueden recibir atención pastoral con mayor frecuencia, promoviendo una vida de fe activa y constante en la comunidad. Esta labor ha impactado especialmente en las colonias más alejadas y en las comunidades rurales, donde antes la presencia de la iglesia era limitada.
El crecimiento de la diócesis también se refleja en la consolidación de su propio seminario, donde los futuros sacerdotes pueden realizar la primera etapa de su formación pastoral sin necesidad de salir de la región. Este avance ha facilitado el proceso de vocación sacerdotal y permite que los seminaristas reciban una preparación local antes de especializarse en otros estados o incluso en el extranjero.
Para el vicario Jesús Alfonso Baca Medel, este aniversario no solo es una celebración del pasado, sino una motivación para continuar fortaleciendo la misión de la iglesia en el sur de Chihuahua. A través de los años, la Diócesis de Parral ha mantenido su compromiso de fe y servicio, adaptándose a los cambios y desafíos de cada época.
Con este 32 aniversario, la Diócesis de Parral reafirma su compromiso de seguir acompañando a los fieles, guiada por el ejemplo de sus pastores y la dedicación de su comunidad religiosa, quienes trabajan para extender la presencia y valores de la iglesia en cada rincón de la región.
