En Chihuahua, la infraestructura de carreteras federales enfrenta una crisis significativa, con aproximadamente el 50% de los tramos, equivalentes a más de 1,571 kilómetros, en condiciones que van desde malas hasta regulares, según un informe reciente de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP).
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Esta situación se agrava por la falta de mantenimiento rutinario, que no se ha realizado desde 2021, exacerbando el deterioro y la necesidad de intervención urgente, de acuerdo a un estudio realizado por la dependencia y que compartió a las oficinas centrales de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT).
El estudio señala que la reparación integral de estas carreteras requerirá una inversión considerablemente alta, superando los 9 mil millones de pesos. Esta cifra refleja no solo el costo directo de reparar los daños estructurales, sino también los gastos adicionales derivados de la falta de intervención oportuna en años anteriores.
La situación se complica por la extensión geográfica de los tramos afectados, que incluyen vías cruciales como el Sacramento-Sueco, Ahumada-Juárez, Chihuahua-Ojinaga, Chihuahua-Delicias, la Vía Corta a Parral, Parral-Jiménez, Parral-Guadalupe y Calvo, Juárez-Janos, Sueco-Janos, San Borja-Nonoava, entre otros, se requieren trabajos exhaustivos y no solo de bacheo.
Ante este panorama, el Gobierno del Estado de Chihuahua ha anunciado un ambicioso plan para el año en curso, destinando más de 3 mil 700 millones de pesos exclusivamente para la reconstrucción, rehabilitación y mantenimiento rutinario de los 4 mil 500 kilómetros de carreteras a su cargo.
Este plan contempla la intervención en 42 tramos, con un enfoque prioritario en 1,250 kilómetros para reconstrucción y rehabilitación, y 3 mil 250 kilómetros para mantenimiento rutinario, buscando así mejorar las condiciones generales de las vías estatales.
Además, la SCOP continuará implementando un programa de bacheo emergente en colaboración con las autoridades federales, dirigido a atender los baches más críticos que afectan severamente a los automovilistas en rutas de competencia federal.
Este programa se ha enfocado en áreas especialmente problemáticas con baches de gran tamaño como el tramo Sueco-Janos, la Vía Corta a Parral, y el Sacramento-Sueco, donde solo en este último se han reparado más de 7 mil baches hasta la fecha.
La iniciativa de bacheo emergente se prolongará por al menos dos meses más, con el objetivo de mitigar las consecuencias negativas que enfrentan tanto residentes como visitantes al transitar por las carreteras federales en el estado. Esta medida busca no solo mejorar la seguridad vial, sino también aliviar las molestias y costos asociados con el mantenimiento continuo de vehículos debido a las condiciones de las carreteras.
La situación de las carreteras federales en Chihuahua es un reflejo de la necesidad urgente de inversión y planificación estratégica en infraestructura vial. Con un deterioro significativo en muchos tramos clave, la respuesta del gobierno estatal y federal es crucial para garantizar la seguridad y eficiencia de las vías de comunicación, así como para apoyar el desarrollo económico y social de la región en su conjunto.