Sin contar con el aforo permitido, hasta en un 50% por ciento baja la clientela en restaurantes durante el cambio de semáforo, se ven más afectados aún cuando el semáforo se encuentra en rojo, ya que solo se les permite tener el servicio de comida para llevar, indican encargados que diciembre es un mes bueno y enero es el que cuenta con menos clientela.
Restaurantes de la ciudad señalaron que cada vez que hay cambio de semáforo este afecta en el número de comensales, sobre todo si hay un retroceso, ya que cuando estuvo el semáforo en verde y cambió a amarillo, se vio una merma de hasta un 50% por ciento menos de clientes, esto sin contar que la Secretaría de Salud tiene un aforo permitido en estos negocios, por lo que las personas dejan de acudir debido a las restricciones.
Blanca Payán, del restaurant Morelos, indicó que el año más difícil fue el 2020 ya que durante la época decembrina tuvieron que cerrar ya que el estado se encontraba en semáforo en rojo, solo les permitieron dar el servicio de comida para llevar, lo cual; a su parecer fue fatal para todos; sin embargo, este pasado 2021, sí se vio una mejoría en la afluencia de comensales.
Indicó que cada vez que hay un cambio de semáforo, esto les repercute directamente, solo cuando pasa de amarillo a verde les beneficia porque hay un aumento en la clientela, dijo que ya la gente se acostumbró a seguir las medidas sanitarias, aun cuando bajan las ventas los precios de los platillos continúan igual, estos no se pueden subir ya que afectaría las ventas, dijo que cuando hay aumentos en los insumos o en los alimentos es cuando se ven en la necesidad de aumentar los precios.
Por su parte, Martín Muñoz, del restaurante del hotel Real de Viezma, indicó que este pasado diciembre sí se tuvo movimiento, el semáforo en amarillo así lo permitió; sin embargo, ya se prevé una baja en el mes de enero debido a que la gente se encuentra muy gastada, indicó que para el ramo restaurantero diciembre es el mes en que más clientela tienen y enero el mes más malo, señala que para todos el 2020 fue crítico, ya que muchos de los negocios cerraron por la contingencia sanitaria.
Así también, manifestó que si hay una baja en la clientela, los precios de los platillos continúan igual, estos no se suben solo a menos que haya aumento de precios en la carne, el huevo u otros alimentos necesarios para la preparación de las comidas, refirió que en un principio de la pandemia la gente no se acostumbraba a entrar a los restaurantes con el cubrebocas, fue algo con lo que se batalló, pero ya se ha normalizado, las personas ya se acostumbraron a las medidas sanitarias y están conscientes de los cuidados a la salud.