“Calientito y espumoso chocolate…”, una de las frases célebres del profesor, Melchor Silva en el béisbol, cuando se producía un ponche, es considerado uno de los mejores cronistas deportivos en la ciudad.
Después de 36 años en la radio, de los cuales 32 fueron en la crónica, dijo adiós a los micrófonos, apagándose una de las voces de la audiencia más apreciadas cuando se escuchaba jugar a Los Mineros, además de ser el creador de la letra del himno del equipo.
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Melchor Silva Rosales se despidió de la crónica para sorpresa de su auditorio, por tres décadas fue uno de los mejores narradores, indicó que fue gracias a Alfredo Salayandía, quien lo acercó con a Carmelita Páez en la radiodifusora XEGD, se le dio la oportunidad de practicar en un programa musical de Javier Solís y Vicente Fernández, junto con Adán Ponce, en el año 1986.
Platica que en un principio, decía la hora y ponía la programación de la música en cabina, poco a poco fue tomando experiencia hasta que lo dejaron conducir solo. El programa de Javier Solís aún continúa en el gusto de la gente, después tuvo su primer programa nocturno, en un horario de 10 a 11 de la noche.
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Señaló el profesor que fue en 1990 cuando comenzó con la narrativa de los juegos de béisbol, junto con Rafael Velázquez Soto. Admitió que en un principio no quería hacerlo, ya que no tenía ni idea de una transmisión; sin embargo, dijo que el deporte desde siempre le ha gustado, conocía lo básico de las reglas y en la marcha fue aprendiendo lo necesario para darle sabor al juego.
Considera que para ser cronista deportivo, la empresa le dio la confianza de ser narrador, indicó que en el medio radiofónico importa mucho, además de la voz, la dicción, la forma en que se expresa uno y la preparación de la persona. Indica que Domingo Salayandía quien lo mandó a transmitir, lo cual no dejó de hacer por 32 años.
Refirió que con el tiempo le fue gustando la crónica, sobre todo los partidos de béisbol, donde se hicieron famosas sus frases: “Calientito y espumoso chocolate”, cuando se producía un ponche; “Hasta nunca”, cuando conectaban un jonrón; “Qué belleza de jugada” cuando se hacía un doble play. Y “Ah, eso dolió…” cuando fue golpe de pelota; sin embargo no sólo por sus frases la audiencia lo extraña, ya que su estilo es único.
Además de la crónica, se le conoce por ser una persona centrada, confiable y seria en su trabajo, pocas son las personas que saben de su gusto por las letras y la poesía, otra actividad que lo ocupó. Es por ello, que realiza un libro de crónica deportiva titulado ¡Vamos mineros duro!, el cual consideró una recopilación de información, desde la óptica detrás del micrófono.
El profesor se casó con la señora Amelia Hernández, de su matrimonio nacieron cuatro hijos; Sandra Leticia, Miguel Ángel, Melchor Adrián y Roberto Carlos, familia que siempre le han brindado apoyo para su trabajo, fue mucho el tiempo invertido, 36 años en la radio y 32 como cronista, de igual modo, 30 años al servicio del magisterio como maestro.
En su récord como cronista le tocó cubrir varios campeonatos nacionales, lo cual “me gusta mucho”, en un partido hay que estar muy listos, en cuestión de segundos se debe dar con detalle la jugada, además ponerle emoción para que se escuche interesante.
El béisbol es un deporte mágico que transmite emociones, aun cuando haya dudas y prejuicios entre la afición, los seguidores de Los Mineros en cada temporada están para apoyar, menciona que tuvo la fortuna de acompañar al equipo de Parral en los campeonatos finales, en uno de esos viajes se inspiró para escribir la letra del himno, donde su compadre, Gilberto Gless, compuso la música.
Al himno lo llamó; “Vamos Mineros Duro”, su primeras estrofas, dice: "La cuna del beisbol en Chihuahua, Parral por siempre lo será, más títulos que nadie ha conquistado y también más triunfos obtendrá. Con entrega, coraje y decisión la victoria vamos a buscar, dejando en el terreno el corazón y a nuestra gente, el triunfo dedicar".
Indica que tuvo la oportunidad de narrar finales con Los Mineros, en el Campeonato Estatal 1994 contra Manzaneros, una final que calificó como inolvidable, la cual se alargó hasta siete partidos, donde al final, Parral se trajo el título con puros peloteros parralenses, entre otros juegos le tocó narrar los campeonatos 2011, 2012, 2013, 2014 y 2017.
Menciona que ha sido afortunado de haber narrado varias finales teniendo a Parral como protagonista, señala que uno de los jugadores que admira es Iván Rodríguez por su capacidad de bateo, “terrible para el pitcher”, una persona muy sencilla, agradeció las muestra de apoyo por parte de la afición que estuvo siempre en su trayectoria y siempre extrañará la cabina de radio.