Pasó la noche en una finca abandonada que es utilizada como “picadero” en la colonia Héroes de la Revolución tras recibir indicaciones de los “secuestradores” por más de 19 horas, ahí encontró ropa que se colocó para mitigar el frio a causa de la lluvia.
A partir de este momento quiero recibir las noticias a mi celular
El calvario de 19 horas de la familia Carrasco Sánchez comenzó cuando la joven de apenas 17 años, de nombre Blanca Rubí, recibió una llamada el pasado jueves del número 6591058417 cerca de las 15:00 horas, a partir de ahí todo sería un secuestro virtual por Parral donde sus “delincuentes” le proporcionaban una serie de indicaciones que inclusive la llevaron a pasar la noche en una finca abandonada de la colonia Héroes de la Revolución que es utilizada como "picadero" y donde encontró un pantalón que se colocó para mitigar el frío luego de la lluvia registrada durante la noche y madrugada del viernes.
A las 15:00 horas se encontraba en una tienda de abarrotes donde labora y estaba a punto de terminar su turno, comenzó a recibir llamadas de un número que no tenía registrado, mismas que desviaba pero fue tanta la insistencia que decidió contestar y se presentaron como elementos activos de la Guardia Nacional avisándole que su número había sido “hackeado”.
A partir de ese momento, dio apertura a lo que posteriormente se convertiría en un secuestro virtual, comenzó a recibir una serie de indicaciones entre las que se encontraban el ir a entregar el chip a la plaza Principal o de lo contrario le harían daño a su familia, dando inicio a la travesía.
Tomó la decisión de salir de la tienda para acudir a su hogar, donde ya su madre le notaba algo extraño, sin embargo, era tanto el temor de la menor que le solicitó 100 pesos y que no le preguntara para qué los quería, arrebatándole no solo esa cantidad sino un billete de 200.
Te puede interesar: ¿Qué es el protocolo Alba? El llamado urgente a la búsqueda de mujeres y niñas
Las amenazas continuaron, en esos momentos tenía que seguir con las indicaciones y el siguiente paso era, a como diera lugar, ponerse en la plaza Principal, tomó un taxi que la llevó hasta ese concurrido punto, luego le ordenaron realizar la compra de un chip y un cargador, además de proporcionar el nuevo número telefónico a los “extorsionadores”, lo hizo en una tienda del centro de la ciudad.
El proceso seguía, ahora el reto era mayor, la orden era tomar un autobús a Jiménez, decisión que no ocurrió al notificarle a sus “secuestradores” que ya no había salidas, ellos insistían en el teléfono que jamás la escucharon preguntar en la central camionera información alguna sobre el viaje a la “Vieja Huejoquilla”.
Por temor a que algo le pasara a su familia, como se le indicaba telefónicamente, la menor decidió continuar con las instrucciones giradas y ahora la cuestión fue más allá, le pidieron grabar un audio con un mensaje dirigido a su madre, mismo que le hicieron llegar toda vez que ya tenían tanto el contacto de su hermana y su progenitora al haber “hackeado” sus contactos.
Desesperadamente, su familia ya se contactaba con los “secuestradores” quienes solicitaban un deposito cercano a los 150 mil pesos para “soltarla”, hasta la burla llegó cuando insistían en que si ya la encontraron o de plano ya pondrían la “lana”, para ello la Fiscalía General del Estado ya asesoraba en cómo actuar a la hermana de Blanca Rubí, mientras que en operativos se trataba de dar con su paradero.
Cerca de las 20:00 horas del jueves, la joven tenía qué acudir a un templo para cargar su teléfono por órdenes de sus “captores virtuales”, decidió ir a la parroquia de la Inmaculada Concepción que se encuentra en la colonia Héroes de la Revolución, a escasos 1.5 kilómetros de su casa, previo a ello pasó horas en el centro de la ciudad sosteniendo llamadas con los delincuentes.
Las puertas del templo se encontraban cerradas, sin embargo, el miedo que se apoderó de la menor y las ya 5 horas de comunicación con dichas personas la llevaron a tomar la decisión de ingresar a una finca en obra negra que se encuentra frente a la parroquia y que es utilizada como “picadero”.
Son cuatro cuartos de tres por tres metros cada uno y en ellos hay restos de licor, llantas, heces fecales, un desperdicio de colchón, cartón y hasta ropa, de ahí, Blanca Rubí tomó un pantalón y se lo puso para mitigar el frío que se presentó luego de la lluvia registrada durante la noche de ese día.
La joven se dispuso a acomodar el resto del colchón, el cartón y la ropa en uno de los cuartos para pasar toda la madrugada sin dormir, aunque sus “captores” le indicaban que cada media hora tenía que poner su celular en modo avión, su fobia era tal que creía la estaban vigilando en todo momento y una mala decisión le causaría daño a su familia.
Te puede interesar: Se cumplen 10 meses sin saber de los 13 migrantes desaparecidos en Coyame
Así transcurrió toda la madrugada, ya por la mañana nuevamente se comunicaron con ella para dar nuevas instrucciones y al salir de la finca en obra negra donde se resguardó, su sorpresa fue que elementos de la Comisión Estatal de Seguridad, quienes pasaron por el lugar la abordaron, ya la conocían, su madre tiene un puesto de gorditas al que los agentes acuden, sumado a la pesquisa que se generó desde la tarde anterior.
En esos momentos el calvario para ella y su familia terminó, de inmediato se le trató de notificar a su madre que su hija había sido localizada sana y salva pero no contestó el teléfono al ser una llamada con lada 656 y pensó que nuevamente los “secuestradores” intentaban hacer de las suyas.
La buena noticia para la familia Carrasco Sánchez llegó, ahora se tenía que iniciar con el procedimiento de localización y que de inmediato se la entregaran, las ansias de verla y abrazarla era grande como un reto a Dios lanzado por su propia hermana la noche anterior quien juró que de tenerla con bien, su personalidad sería otra.
Por ahora, como familia solo les agradecen a todas las autoridades y personas que ayudaron en todo momento sin importar las horas de la madrugada, un solo objetivo, localizarla con bien.
Blanca Rubí quien aún se mostraba nerviosa al hacerlo notar en sus manos, tenía una hora de haber arribado a su domicilio, con su voz aún temerosa pidió a todos los jóvenes confiarles cualquier cuestión a sus padres, no callarse nada y sobre todo, no contestar números desconocidos.