La lucha contra la homofobia ha tenido algunos avances a pesar de que faltan aspectos por cambiar, aunque que hace casi 50 años que la homosexualidad dejó de considerarse una enfermedad; aún hay aspectos que se deben de evaluar; así lo considera un integrante de Korimi, una asociación encargada de brindar apoyo a la comunidad LGBT.
Según lo mencionado por Luis Antonio López Núñez representante de la asociación “Korimí: Los colores de la libertad”, ya se está logrando un cambio generacional gracias a las redes sociales que permiten visibilizar esta situación; sin embargo, en los últimos 10 años a penas se han oficializado dos quejas ante Derechos Humanos por el temor al rechazo social.
Habló sobre los avances que se han logrado tener en la lucha contra la homofobia; sin embargo, también mencionó que hay otros sectores minoritarios, que siguen experimentando situaciones de este tipo.
Si bien, este es un problema que ha venido disminuyendo conforme el paso del tiempo, aun no se erradica; desde 1973, un 15 de diciembre, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, dejó de ser considerar la homosexualidad como una enfermedad, además de que la Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas en inglés), la quitó de su lista de enfermedades mentales.
En este sentido, López Núñez, expuso que esto parte de un problema social que se enfrenta no solo en México si no a nivel global; señalando la discriminación que se sufre en ámbitos instancias educativas, públicas, laborales e incluso familiares.
A pesar de que es un problema que no registra tantas denuncias, la presencia se mantiene latente; según los datos dados a conocer por Luis Salcido, visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, en la última década se han presentado apenas dos denuncias.
Esto no significa que no tenga presencia la discriminación, ya que en Chihuahua y Parral en específico, se sigue considerando una zona donde existe la homofobia en escuelas, hospitales, instancias gubernamentales y de seguridad, así como en entornos familiares y laborales, según lo mencionado por el visitador.
Los entrevistados coincidieron en que, esto parte de dos situaciones, el arraigo social que existe y la falta de conocimiento en torno a estos temas; el representante de la CEDH comentó que para ello se están realizando capacitaciones en escuelas y oficinas publicas con el fin de hacer visible el problema que aqueja a esta minoría.
Comentaron que no se denuncia por temor, uno a las autoridades; ya que no se confía en el sistema de justicia. y dos; al “precio social” que “se paga” al auto identificarse como alguien perteneciente a una comunidad.
En foros de este tema, se hablan testimonios de los participantes, quienes exponen que durante toda su vida han recibido discriminación en escuelas, oficinas de gobierno e incluso hospitales.
Asimismo, se señaló por parte de Luis Antonio que el peso que tuvo la religión en generaciones pasadas fue fundamental para que se estigmatizara a las personas por “estándares sociales” que dictan algunas creencias.
Aseveró que ha existido un cambio, detalló que en los años en los que estuvo en la preparatoria, existía más desinformación y estaba más “normalizada” toda la “construcción machista”, en la que se sigue viviendo actualmente, según las palabras del entrevistado.
“Hemos estado cambiando el machismo, los niños ya no piensan como un adulto; los pequeños ya no tienen el mismo estigma que un adulto de 40 o 50 años”, aseveró.
Ejemplificó que cuando llegó a la universidad, los comentarios discriminatorios fueron disminuyendo gracias a la consciencia que se ha hecho por diferentes medios; televisivos, impresos y digitales.
“La homosexualidad ya se acepta, ¿pero los transgénero, travestis y otras letras? - haciendo alusión a las siglas LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero)-, aún falta machismo por recorrer, pero , cuando íbamos a pensar que Korimi se convertiría en una asociación”, finalizó.
