En picadero se ha convertido el antiguo local de la subdelegación del IMSS, señalaron vecinos de la calle Agustín Melgar. Es un edificio de cuatro pisos de grandes dimensiones donde se encuentran alrededor de 20 oficinas. Por un tiempo estuvo cerrado; sin embargo, las rejas fueron dobladas y los candados trozados por personas que suelen acudir a estos lugares para embriagarse o drogarse, a pesar de los rondines de la policía.
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Desde hace unos años, vecinos del sector de la calle Agustín Melgar se quejan del abandono de un edificio que alberga al menos 20 cuartos. Este, con el tiempo, se ha venido deteriorando poco a poco. Desde hace unos tres años, este lugar ha sido abierto por grupos de jóvenes que entran a su interior para realizar fechorías, grafitearlo, ensuciarlo y utilizarlo como un sitio para embriagarse y drogarse, según versiones de los propios vecinos.
Antonio Bailón, una de las personas que estaciona su automóvil cerca de este lugar, mencionó que constantemente observa cómo se meten jóvenes a hacer destrozos, escándalos y pintas en el interior de este edificio. Afirmó que, sobre todo por las noches, es cuando más frecuentan este lugar.
También indicó que se meten al interior un grupo de jóvenes; a veces son de dos a tres jóvenes y, en ocasiones, de nueve a 10 personas. Con frecuencia pasan las patrullas; sin embargo, son pocas las veces en que se paran a supervisar si hay gente haciendo maldades dentro, ya que por lo general esta gente hace sus necesidades fisiológicas, ensucian las habitaciones con basura de todo tipo.
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Mencionó que lo más grave es que se emborrachan y se drogan, donde hay ocasiones que se oyen escándalos como gritos y risas. Además, afirmó que también son mujeres las que entran con los hombres. Ya los vecinos padecen de malos olores que salen de este edificio, esto debido no solo a la basura en su interior, sino también a los orines y los excrementos que se van acumulando cada vez más.
Dijo que, por las noches, los perros de las casas vecinas los delatan, ya que ladran mucho. Son al menos cuatro niveles de las plantas construidas, ya abandonadas, que sirven de refugio de drogadictos e indigentes y se encuentran en la zona céntrica de la ciudad. Vecinos se quejan de destrozos en las fincas, basura acumulada, malos olores y la inseguridad que generan estas personas al ocupar estas instalaciones.
Este edificio se encuentra en la calle Agustín Melgar, es una construcción de cuatro pisos de grandes dimensiones. Años atrás sirvió como oficinas de la subdelegación del IMSS. Por un tiempo estuvo cerrado; sin embargo, las rejas fueron dobladas y los candados trozados por personas que suelen acudir a estos lugares para embriagarse o drogarse. Las ventanas del local se encuentran quebradas y es notoria la cantidad de basura que se encuentra dentro.
Pedro Ramírez, por su parte, señaló que es constante la entrada de jóvenes que se la pasan tomando. Por lo general, son vagos que buscan no ser molestados. Indicó que, sobre todo por las tardes y noches, se ve afluencia de estos jóvenes que ya le han causado destrozos al lugar. Además, con el tiempo se ha venido acumulando basura. Dijo que son pocas las ocasiones en que acude la policía, ya que los cuartos de este edificio están muy dispersos.
Cabe señalar que los llamados picaderos son sitios donde albergan personas que entran a embriagarse y a drogarse. Sirven de baños públicos para gente que pasa por el lugar. Son edificios abandonados concurridos por delincuentes, vagos y drogadictos que los usan para consumir sus sustancias tóxicas. Están llenos de basura, escombros y representan un foco de contaminación. En ellos se pueden encontrar desde plásticos, botellas, ropa, calzado, materia fecal, y algo característico es que hacen destrozos y pintas en las paredes del lugar.