Anaí Zúñiga Pérez es una modelo rarámuri y en pocos días termina la ingeniería en Sistemas, gracias a su empeño, esfuerzo y trabajo en las pasarelas donde luce vestimenta de su cultura ha logrado incrementar el trabajo de su gente, a quienes les han pedido prendas de vestir en diversas cantidades, asimismo, sus actividades no paran ahí ya que en noviembre próximo será parte de un festival en Los Pinos de la Ciudad de México, organizado por la Secretaría de Cultura Federal.
Ella dejó a un lado momentáneamente su faceta de maestra y la licenciatura en Derecho para terminar la carrera de ingeniería, aseguró que pronto volverá a retomar las actividades anteriores; es una mujer altruista enfocándose en su comunidad y recolectando despensas para los habitantes de la Sierra Tarahumara.
Asimismo, aunque no se considera una influencer, lo es, ya que tiene miles de seguidores en sus redes sociales, como en TikTok que cuenta con casi 18 mil, de igual modo la gente de su comunidad la admira, la apoya, y muchas mujeres le comentan que les gustaría ser como ella: “Cuando voy a mi tierra, se me acercan y me dicen ¡qué padre!, sabíamos que acabarías en algo así (modelo), sí se puede, queremos seguir tus pasos y ser como tú”, señaló.
Indica que aunque le gustan y le halagan las palabras de sus amigas y demás personas, ella les aconseja: “Hagan lo que ustedes quieran ser, no porque me vean así lo quieran ser, a lo mejor no es lo suyo, pero no se rindan; a los niños les digo que si quieren ser astronautas que lo sean, que estudien, se esfuercen y que lograrán el sueño de ser quienes deseen”.
Sus inicios en el mundo del modelaje fueron por medio de la plataforma de Facebook donde una agencia solicitaba personal con talento, “yo siempre he sido muy experimental, me gusta aprender cosas nuevas y que me puedan beneficiar, salirme de mi zona de confort, entonces decidí hacerlo y ver qué pasaba, y me mandaron hablar, de eso ya hace aproximadamente tres año y hasta la fecha sigo en esta línea, ya he estado en otras agencias, pero actualmente me manejo y represento yo sola”.
Dio a conocer que con el paso del tiempo se empezó a sentir más cómoda, se reforzó su autoestima y las pasarelas ya son parte de su vida donde desfila con sus trajes tradicionales, indicando: Me siento muy orgullosa de ser quien soy, de donde vengo, y quiero mostrarme así.
Hoy en día, expresó, participa por iniciativa propia y está con otras dependencias de gobierno en pláticas para con su trabajo defender la parte cultural de su pueblo indígena.