Alumnos de quince grupos de la escuela secundaria Francisca Lozano Olivas, participaron la tarde de este martes en el gran concurso de tumbas que se llevó a cabo en la plaza Guillermo Baca, dentro de actividades que integran el Festival de Muertos 2022, con el fin de preservar la tradición de los fieles difuntos.
Los alumnos se involucraron en la elaboración de fantásticos vestuarios, las vistosas tumbas de diferentes materiales, así como la caracterización de las catrinas y catrines de temática histórica.
Otros estudiantes del mismo plantel, realizaron la reseña biográfica que se leyó en presencia de los jurados calificadores, quienes al final, tuvieron una difícil decisión, para elegir a los ganadores del concurso.
Las personas que acudieron al lugar, se sorprendieron del talento y creatividad que le imprimieron cada uno de los estudiantes, con el apoyo de sus familias y el personal docente y administrativo de la institución educativa.
Al final, los asistentes fueron enriquecidos en su acervo cultural, luego de las reseñas que dieron a conocer los estudiantes, con el plus de una caracterización que le dio colorido y gran espectacularidad al evento.
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En dicho evento, padres de familia montaron el altar a su niño fallecido, exponiendo lo siguiente; "Mi nombre es Adolfo Enrique Díaz Calleros, nací un 20 de septiembre del 2007, fui el primogénito de tres hijos y único hombre. Desde el vientre de mi mamá, luché por vivir, tuvimos problemas con amenazas de aborto pero llegué a este mundo. Comencé a caminar al año de edad y desde ese momento no deje de bailar y brincotear, me destacaba mi inquietud en todos lados y mi gusto por la música, la disfrutaba mucho… Claro que tuve consecuencias, me abrí la frente jugando, me dieron varias puntadas pero no pasó a mayores".
"Llego mi tiempo de entrar al kínder, estuve en el Susana T. de Lozoya por tres años, siempre muy feliz. Después pasé momentos muy felices en la primaria Niños Héroes 2101, hice muchos amigos, me divertía demasiado, entraba a todo en lo que pudiera participar, estuve en el equipo de futbol, basquetbol, fui príncipe de la paz, me fui a concursos de danza folklórica, todo me llamaba la atención y lo disfrutaba".
"Al concluir mi primaria, entré a la secundaria Francisca Lozano, estaba en primero "C", era mi mejor etapa, comencé a tener mis bailes en disco, claro que no podía faltar…hice muy buena relación con maestros y compañeros. Cuando comenzaron los talleres, estuve en varios, hasta que logré estar en cocina, me encantaba comer. Hasta aquí parecía todo estar muy bien, hasta que un día, de la nada empecé a tener malestares, me dolía la cabeza, el estómago y me fatigaba, mis papás pensaron que algún alimento me podía haber caído mal y me realizaron estudios sin saber que lo peor se nos venía encima. Salieron anomalías en mi sangre, desde ese momento, las agujas ya no se separaron de mí, nos enviaron a chihuahua en ambulancia a mi mama y a mí para que me hicieran más estudios".
"Estando allá, comenzaron estudios más fuertes, me hacían raspado en mi cadera, extraían líquido de mi columna, jamás me imaginé tener que pasar por todo eso, era muy doloroso, cuando entré a piso en hospital, fue un asombro muy fuerte al entrar a esa sala ver a niños vomitando, con calentura, sin cabello y sin entender por qué entraba yo hay, sentí mucho miedo, estaba asustado de lo que estaba pasando, pero no dejé de ser valiente, mi mamá siempre me vio muy fuerte y tranquilo".
"Llegaron los resultados, una pesadilla hecha realidad, nos dijeron que tenía leucemia, empezaron a explicar todos los tratamientos, procedimientos a los que me estarían sometiendo y un tiempo de aproximadamente dos años de quimioterapias, me llegó mucha tristeza, pensé que iba a durar todo ese tiempo en el hospital, alejado de mi familia y amigos, y dejando todo lo que me gusta hacer atrás, pero me explicó mi mamá que no sería así, en algunos tratamientos iba a durar una semana internado y salía a casa, repitiéndose algunas veces que no dejara de ser valiente, y en todo momento estarían papá y mamá a mi lado".
"Se llegó el día, comencé con mis quimioterapias, entré a quirófano y me pusieron unas intratecales que van en la columna, esas serían ya cada semana, a partir de ese momento, al salir del quirófano seguían las demás, las primeras semanas me las colocaban por medio de mi vena, y sí, comencé como los demás niños que había visto vomitando sin poder comer, con dolor, calenturas y sintiéndome muy mal cada vez de mis quimioterapias, duré un mes internado en esa ocasión, fue un mes muy largo para mí, ya ansiaba salir de ahí, batallé para caminar, pero mi papá me ayudaba para moverme y poco a poco me fui recuperando".
"Al pasar unos meses, me colocaron un catéter por dentro de mi pecho para suministrarme por ahí las quimios, porque mis venas se estaban adelgazando ya mucho de tanta medicina, y ya cada tratamiento me pinchaban en el pecho con agujas especiales y muy largas, que tenían que tenían que llegar a ese catéter y pasarme las quimios".
"Sí me entraba desesperación en momentos, porque ya no podía hacer mis cosas a lo que estaba acostumbrado; de ser alguien tan inquieto, sólo estar encerrado, caminando sin poder salir y ver a mis amigos, pero no me dejaba vencer, a pesar de todo lo que pasaba, sonreía, escuchaba música, cantaba y en casa, hasta bailaba, cuando pasaban los efectos de las quimioterapias".
"Había ocasiones que era más difícil, porque me enllagaba por lo fuerte de la quimio, tanto de la boca, sin poder comer, beber o hablar, e internamente era un dolor horrible, tener llagas por mi cuerpo sin poder desaparecerlas rápido, pero me tenían muchos cuidados que me ayudaban a sanar y hay iba de nuevo poco a poquito. Así fue una y otra vez en todo ese tiempo, después de un año de tratamiento mis estudios ya se veían bien, pero mis quimios las tenía que continuar cada semana, hasta que se completarán todo el tratamiento como se indicaba".
"Ya casi los dos años de mi tratamiento, estaba muy feliz, porque parecía que ya pronto terminaría mis tratamientos, regresaría a la secundaria con mis amigos y maestros, y de repente todo se vino debajo, de una semana a otra, mis estudios salieron mal y hay íbamos a revisión de nuevo, comenzaron estudios y también las malas noticias, la leucemia regresó, no me había permitido si quiera terminar mi tratamiento, de nuevo tenía que empezar como al inicio, internado, todo se volTevía a repetir, pero con quimios más fuertes para hacer bajar la leucemia, y ya lo que venía después era hacerme un trasplante de medula ósea".
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"Ya habían sacado estudios a mis papás y hermanas para ver quien iba ser mi donador, ya tenía dos semanas internado en Chihuahua, y saben, a pesar de lo que me pasaba a mí, no dejaba de pensar en mis papas, me decían; 'no te preocupes por nosotros, estamos bien, lo importante eres tú', para salir de todo esto, pero sé que sufrían conmigo, por eso mismo, siempre fui valiente y fuerte para que ellos lo fueran, pero todo se complicó mi cuerpo ya no resistió, yo estaba cansado, de nuevo tenía tanto dolor en mí, que ningún medicamento me lo quitaba".
"Supe que me ya había acabado mi lucha aquí y me despedí de mamá, le dije cuanto los amaba, pero que ya era suficiente".
"Fallecí el 6 de diciembre del 2021, a los 14 años, ya estoy sano y descansando de tanto dolor y tanto piquete... Recuerden que jamás dejar de ser feliz, a pesar de todo y agradezco todo su amor que me dieron y las muestras de cariño me hacen ser más feliz en donde me encuentro".