En octubre de 2024 con respecto a octubre del 2023, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), una medida clave para evaluar la inflación en México, registró un aumento considerable en varios productos de la canasta básica, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). Este incremento se ha visto reflejado principalmente en alimentos como jitomate, papa, frijol y huevo, lo que podría impactar en el bolsillo de los consumidores mexicanos.
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Uno de los aumentos más destacados fue el del jitomate, que subió un 23.8 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado. Este incremento responde a factores climáticos y de producción que han limitado la oferta de este producto, esencial en la dieta de muchas familias. Otros productos, como la papa y otros tubérculos, registraron un aumento del 11.1 por ciento, mientras que el frijol y el plátano subieron un 8 por ciento y un 2.8 por ciento, respectivamente.
La variación en los precios de estos alimentos básicos refleja un incremento anual del 6.1 por ciento en el subíndice de alimentos, bebidas y tabaco, una cifra superior al aumento general del INPC, que fue del 4.8 por ciento. Estos incrementos podrían repercutir en la inflación general del país, debido a que los alimentos representan casi la tercera parte del indicador inflacionario.
Además de los alimentos, los energéticos también experimentaron aumentos que contribuyen a la inflación general. La gasolina de bajo octanaje aumentó un 6.2 por ciento, mientras que la de alto octanaje subió un 2.1 por ciento. Este aumento en los costos de combustibles afecta no solo a los automovilistas, sino también a los costos de transporte de mercancías, lo que podría tener un efecto cascada en otros productos.
El gas doméstico LP, utilizado ampliamente en los hogares para la preparación de alimentos y el calentamiento de agua, experimentó un incremento significativo del 8.1 por ciento. Este aumento puede representar un desafío adicional para muchas familias que ya enfrentan el alza en los precios de los alimentos.
Por otro lado, la electricidad registró un alza del 3.4 por ciento en octubre, impactando tanto a los hogares como a las empresas. Este aumento en los costos de energía podría tener efectos indirectos en el precio de los productos y servicios que dependen del uso de electricidad, lo que a su vez podría presionar al alza el INPC general en los próximos meses.
El huevo, uno de los productos de origen animal de mayor consumo, también mostró un incremento importante, del 15.9 por ciento. Este alza está relacionada con factores de producción y demanda, que han llevado a un incremento sostenido en el precio de este alimento en los últimos meses.
Estos aumentos reflejan la presión inflacionaria que sigue afectando a la economía mexicana, y que podría continuar en los próximos meses debido a factores tanto internos como externos. La dependencia de productos agrícolas y energéticos ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de diversificar la producción y mejorar la infraestructura agrícola para amortiguar los efectos de las alzas en los precios.
La situación actual representa un desafío para muchas familias mexicanas, quienes ven cómo sus gastos aumentan cada mes. Frente a este panorama, el gobierno y las autoridades competentes deberán analizar estrategias para mitigar los efectos de estos aumentos en la economía doméstica y en los sectores más vulnerables de la población.