Como cada año, familias parralenses acuden a la misa solemne de Navidad para vivir el memorial del nacimiento del niño Dios hace más de dos mil años.
El día de hoy 25 de diciembre los católicos se encuentran de fiesta, ya que celebran el memorial del nacimiento del niño Jesús, quien hace más de dos mil años, con su presencia vino a redimir al mundo entero, y a salvar a quienes se encontraban en las tinieblas del pecado.
Durante el transcurso de esta mañana, fieles católicos acudieron a la misa solemne de Navidad, presidida por el obispo de la Diócesis de Parral, Mauricio Urrea Carrillo, en la que asistentes no escatimaron en contemplar el nacimiento situado en Catedral.
Por lo anterior, el líder pastoral inicio deseando a los fieles una Feliz Navidad, pidiendo a Dios que cada vez más, cada individuo vea con claridad la presencia protectora y solidaria de Dios, para que sea quien impulse a servir junto con Él hasta la vida eterna.
Encomendó a Dios en esta Navidad a todas las familias, amigos, para que el Señor haga extensiva esta gracia de su manifestación, asimismo, pidió por aquellos que sufren; los presos, adictos, enfermos y ancianos, implorando que sea Dios su consuelo, a través de su presencia y compañía.
En su homilía refirió “San Juan nos presenta al Hijo Eterno nacido hoy para nosotros, como luz que brilla en las tinieblas, como la palabra eterna que existía desde antes de la creación del mundo, junto a su padre, como aquel que viene e ilumina a todo el hombre que viene a este mundo y finalmente como aquel que es la vida plena y que ha venido a hacer de nosotros hijos e hijas de Dios, conmovedor el momento en que nos dice el apóstol que vino y puso su morada entre nosotros".
"En medio de nosotros quiere hacerse peregrino junto con nosotros, caminar el sendero de la vida junto a cada uno, solo esa compañía debería de llenar el corazón de su inmensa paz, pero no es solo presencia, no es solo haberse hecho solidario con su criatura más excelsa, sino que de su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia y sigue brindando esa dádiva continua del padre celestial a través de su hijo, Dios se ha dignado bajar a nuestra historia, se ha dignado a hablar en la persona de su propio Hijo, que eso suscite en nosotros una vida sobria y religiosa”, finalizó.