Más de dos años del robo de paneles solares y bombas en Paso de Molina, en San Francisco del Oro, y las autoridades investigadoras no han resuelto el atraco que afectó a más de 50 familias quienes sufrieron la escasez de agua durante la sequía y además tuvieron que pagar más de 50 mil pesos para obtener otras bombas para la extracción de agua.
Fue en fecha del mes de marzo del año 2019, cuando la comunidad cuya cabecera municipal es de San Francisco del Oro, fue afectada por los “amantes de lo ajeno” quienes sustrajeron unas celdas solares, así como una bomba de uno de los pozos del poblado.
La denuncia en su momento fue hecha llegar a la Fiscalía General del Estado zona sur, en tanto, a más de dos años del atraco, hasta hoy no han podido dar con los responsables, pues lo locatarios refieren saber que el robo no fue perpetrado por conocidos en el sector.
Ramona de Santiago, quien es habitante de esta comunidad desde hace más de cuatro décadas, expresó que los ministeriales no han resuelto el cuantioso robo, por lo que ahora, además de pagar electricidad, sustraen agua de otro pozo, donde además tuvieron que invertir en una bomba.
Nos preguntaban que si no conocíamos o sospechábamos de los ladrones y pues si ese fuera el caso, ya habríamos recuperado los paneles, ahora lo que compramos tenemos que guardarlo con candado para que no se lo vuelvan a robar
lamentó.
Explicó que cerca de 50 familias que habitan en Paso de Molina tuvieron que recolectar recurso que asciende hasta casi 60 mil pesos para la obtención de una nueva bomba; sin embargo, ésta no es solar, por lo que el pago de electricidad sí afecta a este sector rural.
De momento, la FGE de la región sur de la entidad, no ha emitido algún avance en la investigación y ya no han realizado interrogatorios a la gente afectada, por lo que consideran que se le dio un carpetazo a este hurto.
Cabe recordar que en el momento del atraco, las afectaciones por el mismo, fueron el dejar sin agua potable a la comunidad, por lo que la entrevistada menciona que estos últimos dos años se han visto en dificultades para la obtención del vital líquido, aunque gracias a las lluvias los padecimientos han saneado un poco, concluyó.