María Luisa y Gabriel son una pareja invidente que se conoció hace más de 20 años. Por circunstancias del destino fue hace cinco apenas que se reencontraron luego de haber durado más de una década sin tener contacto directo. Hoy viven en su casita humilde en la colonia Emiliano Zapata, en donde a pesar de que no cuentan con un calentón para esta temporada de invierno, el calor del cariño no deja que se apague la chispa del amor que se encendió cuando se conocieron.
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Gabriel cumplió 59 años y perdió la vista cuando tenía uno y medio de edad. Maria Luisa, de la misma edad, nació sin el sentido de la vista ya que su madre a los tres días de nacida se enteró que no podía ver.
Ciudad Juárez fue la tierra que le permitió conocer el verdadero amor a Gabriel, quien apenas era un veinteañero y fue cautivado por la forma de ser de María Luisa.
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Hoy viven casados desde hace cinco años, después de reencontrarse tras 13 sin tener contacto; su hogar es una casita de una habitación, baño y cocina.
Durante las temporadas de frío la pareja comenta que las inclemencias del tiempo les azotan y no cuentan con un aparato calefactor para mitigarlo.
El único que trabaja es Gabriel, ya que Luisa se encarga de las labores domésticas, por lo cual es la única fuente de ingresos con la que cuentan, que de alguna u otra manera, tienen que hacer rendir para completar los gastos del hogar.
Trabaja en una empresa fabricante de muebles desde el año 2002 y todos los días llega cubierto de aserrín, lo que le obliga a entrar a ducharse sin importar las bajas temperaturas.
Hoy se encuentran felizmente casados y a pesar de que él cuenta con un empleo, el sueldo que tiene no les alcanza para darse lujos. Viven al día. Eso sí, son muy felices…
De acuerdo con lo que comentaron no tienen un aparato calefactor de agua o un boiler, ya que utilizan una resistencia eléctrica para mantener el agua caliente.
El material de ladrillo impide que guarde calor durante esta temporada de intenso frío. Por lo cual, se vuelve una tortura…
