Ciudad Juárez, Chih.- El sueño de tener un aire limpio en la ciudad duró poco, ya que fue solamente durante los primeros meses del confinamiento por la pandemia de Covid-19, según explicaron expertos en el tema.
Mencionaron que la contaminación ambiental bajó considerablemente en marzo, abril, mayo y junio pasados, sin embargo actualmente ya volvió a subir, pero ahora está atribuida a que la gente desesperó y empezó a salir a la calle, donde usa sus vehículos.
Además, afecta la serie de obras públicas que mantienen ahorcado el tráfico de autos, así como las inversiones térmicas propias de la época de invierno.
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El semáforo que ha estado en amarillo, naranja y rojo en el municipio de Juárez y el estado de Chihuahua en general, ha limitado la circulación de unidades automotoras, ya que se ha ordenado el cierre de negocios con giros no esenciales y se ha pedido que la gente se quede en casa.
Ricardo Aragón, jefe del Departamento de Calidad el Aire en la Dirección de Ecología del Municipio, informó que en la pandemia se redujeron notablemente los contaminantes del ambiente, donde se toman como método los puntos IMECA, que es una medida adoptada en el centro de la república, que significa Índice Metropolitano de la Calidad del Aire.
Comentó que en los primeros meses del año 2020, es decir enero y febrero, los puntajes de IMECA eran en Ciudad Juárez de entre 37 y 40 para el ozono, así como de entre 17 y 18 para el monóxido. En ese tiempo no se había decretado confinamiento por la pandemia.
Sin embargo, a partir de marzo y meses siguientes, el ozono bajó hasta 23 puntos y el monóxido a solamente 4 como lo más bajo.
Indicó que en los meses que siguieron, los niveles de contaminación se regularizaron casi como estaban antes, lo cual se atribuyó a varios factores.
“Afortunadamente o desgraciadamente por lo de la pandemia, en comparación con años pasados, los índices de contaminación siempre se han mantenido entre regular a malo, pero en esos meses bajaron”, subrayó.
Ayer el promedio en la ciudad fue de 27 puntos IMECA de ozono y 8 para el caso del monóxido.
Según la página oficial de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal, los IMECA se calculan para cinco de los contaminantes criterio: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas.
Aragón afirmó que la contaminación volvió a subir pese a estar en confinamiento por el semáforo sanitario, porque los vehículos se han quedado estacionados mucho tiempo en los cruceros o puntos donde se realizan obras públicas por parte del Gobierno del Estado, lo cual genera altas dosis de emisión de gases al ambiente.
“Los autos se quedan en un solo punto y la combustión hace que del mofle escapen los contaminantes”, señaló.
De igual manera el jefe del Departamento de Calidad del Aire explicó que la contaminación aumenta en estos últimos meses del año, porque la gente trata de quitarse el frío usando calentones de leña, o de otro tipo de materiales -incluidos plásticos-, los cuales son más dañinos.
Para el monitoreo de la calidad del aire, se cuenta con estaciones de medición en 12 puntos de la ciudad, una de las cuales se ubica en el estadio Jaime Canales Lira, zona del aeropuerto, estación de Bomberos de avenida Henequén, parque Chamizal y cuartel de policía municipal del Valle, entre otras.
‘TUVIMOS UN RESPIRO’
René Franco Ruiz, especialista ambiental, mencionó a su vez que la principal fuente de contaminación son los vehículos tanto de uso particular como de transporte público y sí se notó que fue menor en los primeros meses del confinamiento, pero eso ya quedó atrás, porque ahora en las calles se ve el flujo así como antes.
Dijo que en términos generales a causa del confinamiento, el medio ambiente recibió un beneficio, porque la principal fuente de contaminación, que son los vehículos, disminuyó en su movilidad.
Precisó que las empresas fijas no son la principal fuente de contaminación, sino las móviles, como son carros o camiones.
Aseveró que los residentes fronterizos se relajaron y empezaron a salir al supermercado, y la combustión empezó a darse otra vez en las calles.
“Hubo un cansancio por estar confinados y empezaron a salir”, añadió Franco Ruiz.
“Los primeros meses de confinamiento es cuando le dimos algo de respiro al planeta en general y aquí en la ciudad a la calidad del aire que respirábamos”, anotó.
“Estuvimos respirando un aire pues no limpio, pero digamos un aire más limpio que el que estábamos respirando (antes)”, subrayó el especialista ambiental.