Jimenéz, Chih.- Si, hoy fue 30 de abril fecha para festejar a los reyes del hogar y que por segundo año consecutivo ha servido para evocar la otrora infancia, aquella acompañada de gritos y risas, de calles llenas de pequeños jugando y hasta de aquellos suertudos que estrenaban el juguete de moda.
El preámbulo del festejo en algunos hogares, donde la rutina estaba ambientada por canciones infantiles, mientras se preparaban las nuevas o las mejores prendas para lucir “guapo” en el festejo escolar.
A más de un año de que los planteles han callado, este 30 de abril tampoco se escuchó el bullicio festivo del recreo prolongado por ser día del niño, hoy las tiendas de pizzas, de los hot dogs y las hamburguesas no entregaron en las aulas, ni recibieron en sus instalaciones a la marabunta revoltosa.
Pero si algo merece un espacio entre lo sagrado, es la grandeza de la niñez, que aunque marcada por la sombra de esta pandemia, sigue añorando el retorno a la normalidad, por lo que este día no faltaron esfuerzos, para llevar coadyuvar en romper la rutina del confinamiento, y recordar que un día todos fuimos niños.
En la vieja huejoquilla, algunos hogares dejaban escapar algunas melodías infantiles y hasta las mañanitas, la ropa nueva, los disfraces, los platillos favoritos, los juguetes nuevos y hasta el peinado loco, solo se vieron en redes sociales, algunos en comparativa con otros años, pero al final del día, el festejo no pasó de largo.
Pese a que la autoridad educativa fue tajante e indicó que toda actividad que causara aglomeración quedaba prohibida, hubo quienes se las ingeniaron para cumplir con el mandato y el protocolo sanitario.
Desde temprana hora, se pudo ver como algunos maestros y maestras visitaron casa por casa a sus alumnos, eso sí, de lejitos, a media cara por el cubre bocas, y guardando el abrazo para mejores tiempos.
La visita sorpresa fue para felicitar a los pequeños y entregarles un detalle que lamentablemente en algunos casos, fue el único que recordó lo especial de este día, y no por ser fin de semana, sino porque a veces las prioridades de los hogares, cambian cuando existe la necesidad y la carencia.
Desayunos con hot cakes, fruta, jugo y bolsitas de dulces, tomaron el lugar de las evidencias escolares, y la planeación docente, permitió dejar un espacio para organizar la ruta a las casas de los párvulos.
También hubo escuelas que aunque se quedaron vestidas y alborotadas, no dudaron en “emperifollarse”, el personal docente decoró las fachadas de los planteles, tal vez no todos los alumnos las vieron, pero al menos, este día del niño, no pasó desapercibido.
