Fue durante el mes que enmarca el Día Internacional de la Eliminación en Contra de la Violencia hacia la Mujer, personas vieron cómo estaba siendo golpeada, ultrajada y bañada en sangre, y no hicieron nada; uno de los testigos fue su pequeña de dos años, viendo cómo su padre intentaba matar a su madre dándole 20 cuchilladas en todo el cuerpo y propinándole una golpiza que le dejó heridas mortales a las cuales sobrevivió, pero que le recuerdan a diario al verse al espejo, estas horas de terror e infierno que sufrieron ella y su hija.
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Se llama Okany Andrea Martínez Rojas, de 25 años de edad, y su testimonio hoy al celebrarse el mes que enmarca el día contra la violencia hacia la mujer, es uno de tantos casos de mujeres violentadas, las cuales muchas veces no tienen la valentía como ella, de contar su situación, incluso otras no pueden siquiera contarlo.
Fue en noviembre del 2018, era un martes 13, en donde la superstición que hace que se describa a este día como uno de mala suerte se cumplió para Okany, pues ese fatídico día, aún está visible en su rostro, su cuello y en la mayor parte de su cuerpo.
El testimonio comienza, contando la historia del día en el que casi muere, a causa de un hombre que le violentó y le intentó asesinar; su expareja, padre de su pequeña niña de dos años, al cual describe como un hombre que siempre se mostró agresivo cuando había discusiones pero jamás le violentó a su integridad hasta aquel día.
Según lo mencionado por Okany debido a que la relación se tornó en constantes peleas y discusiones, ella decidió dar un término a la relación por el bien de la hija que ella y el agresor tienen en común; sin embargo, por motivos del parentesco, seguían en comunicación.
En palabras de la mujer, aseguró que el contacto se volvió a establecer, debido a un intento de suicidio que el prófugo de la justicia, dijo perpetrar, en una video llamada donde ella tuvo que solicitar el apoyo de emergencias, sosteniendo un acercamiento más.
Aunque todo cambió ese día, según lo relatado por la mujer quien al momento de iniciar la entrevista, se le quebrantó la voz, agachando la mirada como si volviera a revivir los momentos que le dejaron esas cicatrices que porta en su joven rostro.
“Yo llevaba a mi hija a atender con un doctor, iba en el carro de mi papá, pero vi a uno de sus amigos y me llama a mi celular preguntando que dónde estaba, yo no quise decirle más que la verdad que mi hija tenía calentura, para cuando él ya iba llegando, no sé si me estaba siguiendo, pero llegó, ahí empezó todo”.
Continúa en palabras textuales de ella, “Me convenció para que le diera un “raith”, lo hice, al circular por el boulevard Ortiz Mena, me pidió mi celular, se lo negué, en ese momento él se puso unos guantes de látex, y jamás me imaginé qué estaba por hacer”.
Luego de negarle el móvil, así lo dijo Okany, aseveró que el hombre comenzó a golpearla, la obligó a cambiarse al lado de acompañante e incluso aseguró que chocó varias unidades en la avenida Zaragoza donde detuvo la marcha y empezó el infierno para la joven.
“No pasaba la policía, la gente veía cómo estaba pegándome fuerte y maltratándome con mi niña viendo todo, nadie hacía nada, incluso pasó una señora que tocó el espejo, le clamaba por ayuda y sólo la vi irse” exclamó.
Los momentos de terror para la niña y su madre siguieron, pues el sujeto prendió la marcha y continuaron hasta la colonia Loma linda, donde la sacó del vehículo para aventarla a la parte de atrás junto con la pequeña niña; ahí empezaron los ataques con una navaja, que le dejaron las cicatrices en el rostro, cuello, piernas, brazos, torso, cabeza, siendo mas de 20 heridas a las cuales sobrevivió.
Luego las llevó a un terreno, Okany menciona que su sangre estaba en todas partes y que su motivación para luchar contra el tipo, a quien describe con una complexión robusta y de gran altura, logrando sobrevivir luego de que el tipo reaccionara al oír la expresión en grito de la pequeña “ya no le pegues a mi mami”.
Ella, toma clases de Judo desde pequeña y asegura que gracias a eso, pudo enfrentar al tipo que, incluso, cuando ella pudo someterle, él le mordió uno de sus brazos, herida que Okany muestra con las hendiduras de los dientes perfectamente marcados.
Continuó relatando que al momento de que el hombre escuchó a su hija clamar piedad, la atmósfera cambió, el hombre más calmado, empezó a culpar a la joven de sus ataques asustándola, haciendo amenazas sobre atentar con la vida de su familia.
En palabras de Okany, dijo no comprender cómo el sujeto, estaba tan calmado mientras se desangraba a un lado ella y luego se empezó a victimizar, "me llevó a la carretera a donde se encuentra la entrada de la vialidad Elisa Griensen y me obligó a decirle a las autoridades que dijera que todo fue un asalto”, Okany lo obedeció.
Para esto, gracias a una llamada que alguien realizó a su celular al momento de que estaba siendo acuchillada mediante el forcejeo, de alguna manera de se estableció el contacto y esta persona escuchó los gritos, por lo que se dio aviso al 911.
Manejó como pudo al IMSS, luego de que el tipo se asegurara de lo que ella le iba a decir a los ministeriales, que todo fue un asalto, el lugar que diría donde fue, la descripción de los asaltantes inventados, todo esto mientras ella se desangraba y la niña lloraba.
El lugar pronto se llenó de policías primero municipales, luego estatales y activos de la Fiscalía Especializada en Delitos en contra de la mujer, quienes escucharon el falso relato del sujeto que brutalizó el cuerpo y la dignidad humana de Okany, dejando unas huellas imborrables que van más allá de sus cicatrices.
Fueron siete días en el nosocomio y logró sobrevivir pensando en lo más valioso que tiene en esta vida, su hija, quien resultó traumatizada y hasta ahora está siendo atendida por un especialista.
Okany, también dijo que se ha acercado a dependencias que le han apoyado, siendo el Instituto Chihuahuense de la Mujer quien le canalizó a un psicólogo al cual dice no acudir porque que asegura no ayuda en nada revivir en cada sesión estas horas de infierno que al momento de esta entrevista volvió a repetir.
Al preguntar a la FEM, específicamente al departamento de comunicación social quien confirmó la existencia del caso así como la orden de aprehensión que el aún prófugo de la justicia cuenta, comentando que las investigaciones para dar con su paradero continúan pero todo arroja a que no está en la ciudad.
Previamente, Okany dijo que lo vio, en una tienda departamental en esta ciudad, dijo que al verlo sufrió un colapso en su corazón, como si reviviera todo el horror y el temor que poco a poco estaba superando, llamó a los agentes que llevaban su caso, se movilizaron pero no encontraron nada.
Quien acuchilló a la fémina, tiene el mote o el alias de el "Chamuco" o el "Patotas" quien aseguró la afectada, vive por el sector de la colonia Morelos "La Chole" donde también afirma que le han dicho aún ronda por el mismo y lo han visto salir por las noches del domicilio donde viven sus familiares.
Okany previamente expuso su caso en una publicación en donde, de manera emotiva, dice cumplir un año apenas de vida, pues aseguró volver a nacer, al ver la muerte de cerca.
Dijo que al momento de publicar en su red social esta información su caso se hizo viral e inmediatamente estuvo recibiendo apoyo y mensajes de mujeres que le cuentan que sufren también casos de violencia e impunidad.
Ahora en el marco donde es mencionada como “erradicada" la violencia hacia la mujer, cada vez son más quienes se unen a los movimientos y que alzan la voz, hay que resaltar que muchas de las féminas que han sido violentadas como quien nos cuenta esta agresión, ya ni siquiera tienen la oportunidad de exponer sus casos pues los casos de feminicidios en el estado continúan a la alza según las estadísticas.
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