“Existe un mar de confusiones, se ha caído en un guerra de difamaciones gratuitas, sin base, ni fundamentos, ningún gobernador es responsable de pagar el agua, el cielo es el único que define cuánto es lo que se puede entregar y no es por decisión de una persona, nadie puede dar lo que no tiene”, refirió el exgobernador Patricio Martínez García.
Comentó que el panorama para el año 2021 no es nada esperanzador para el campo, no sólo para la República Mexicana, sino que para los Estados Unidos también, pues adelantó que el año próximo el Valle de Juárez quedará sin agua ya que ése se llena con agua del extranjero, pero al momento no tienen reserva para hacer el próximo pago y México no puede cobrarle algo que no tiene el país vecino.
El exgobernador del estado consideró que el tema del agua se ha dejado escalonar de una forma irresponsable, toda vez que se ha desinformado en que el estado de Chihuahua es el único responsable en pagar ese tratado, sin embargo, acusó que el agua es para cubrir las necesidades de Tamaulipas.
“Tamaulipas se convierte en la agencia de cobranza de los Estados Unidos, para que se pague el agua del tratado, qué interés puede tener Tamaulipas, con qué autoridad, si ellos no pagan nada, con qué autoridad moral exige que se pague agua al tratado, cuando ellos terminaron con sus reservas”, indicó.
Dijo que las gráficas y estadísticas que presentó la Comisión Nacional del Agua (Conagua), son erróneas, toda vez que a nivel nacional se expuso el pago del tratado que ha tenido Chihuahua a lo largo de los años, pero que esto no fue a causa de algún gobernador, sino que depende únicamente del agua que entrega el cielo.
“Nosotros no podemos decidir si podemos entregar más o menos del tratado, es cuestión de la lluvia que tengamos, atravesamos por una catástrofe climática, no tuvimos lluvias y todos los pronósticos adelantan que seguiremos en una sequía importante, quizá una de las peores para el estado”, afirmó.
Para Patricio Martínez, quien encabezó una administración con una de las sequías más fuertes en la entidad, dijo que él mantuvo roces con autoridades norteamericanas, pero que nunca lo pudieron obligar a pagar agua que no existía en ese momento, pues dijo que en su sexenio fue uno de los más difíciles para el campo y tenían que cubrir las necesidades con agua del subsuelo.
Pese a las declaraciones que ha brindado el gobierno federal, a través de la Conagua, así como parte de la información de campesinos y una serie de posturas que se han generado, aseguró que sólo se formó un “mar de confesiones”, que urge poner un orden y centrar la discusión a un tema sustantivo y retirar lo no trascendente.
Con sus años de experiencia como presidente municipal, gobernador del estado, senador de la República y una serie de proyectos más que ha encabezado a lo largo de su vida, puntualizó que el tratado no es con entidades federativas, sino que es un tratado de país a país, pues Chihuahua es uno de los que más aporta, pese a ser una zona desértica.
“El Tratado de 1944 no tiene ninguna reglamentación para su aplicación con México, está suelto, tan suelto que parece que el único obligado a pagar es Chihuahua, y Chihuahua no es México y en México son seis tributarios, cinco de Coahuila y uno de Chihuahua, pero ahora quieren sacar todo de aquí”.
En su paso como senador de la República pidió en la tribuna que se buscaran acuerdos para la aplicación del tratado, pero que nadie le tomó importancia, y ha emitido posturas y señalamientos que nadie a querido tomar en cuenta, pese a que pudiera ser una alternativa favorable para terminar con estas contradicciones y mar de confesiones, como lo ha llamado.
Cuestionó que mucho se habla sobre el pago del agua, pero nadie dice cuánto se debe pagar, cuánto ha salido de agua, quién mide los niveles, “sistemáticamente durante años se ha eludido la respuesta a las preguntas y lo más grave y lo debemos señalar, ni Nuevo León, ni Tamaulipas, aportan un litro para pagar el tratado”.
Patricio Martínez comentó que el llamado “federalismo” no existe en la aplicación del tratado, pues considera que no hay respeto a la soberanía en los estados y que se han convertido en el fondo de la discusión, porque aclaró que las presas en Chihuahua no están para surtir agua a Estados Unidos, ni a la Cuenca Baja.
“Es inconcebible que un estado como Tamaulipas, que tiene agua, enormes recursos de agua en el Panco y Soto La Marina, esté pretendiendo obligaciones de un estado desértico como Chihuahua, es lo que hay que rechazar, las presas La Boquilla y Las Vírgenes, no se hicieron para tener reserva a Tamaulipas, ni pagar el tratado con Estados Unidos”, explicó.
El exgobernador dijo que ha vertido por años señalamientos en el que informa que el río Bravo está totalmente seco, en una condición de sequía muy pocas veces vista, pues se atrevió a decir que nunca se había visto similar situación, pues no tiene agua Nuevo México, Texas, Arizona, California, Nevada, Utah, es un problema continental, el problema no es Chihuahua, el problema es una cuenca exhausta.
“Quieren resolver el problema sacando el único charco que hay en la cuenca, en Tamaulipas no tienen agua porque se la gastaron, el agua mexicana en presas se la botaron toda de Tamaulipas, les quedan pocos millones de metros, eso no lo han dicho y quieren que todo el agua se la entreguemos nosotros a pesar de las circunstancias”, indicó.
Dijo que entregar el agua desde Chihuahua debe recorrer cientos de kilómetros para llegar a Tamaulipas, lo que representa pérdidas gigantescas por filtración y evaporación, que representa pérdidas para Chihuahua, México y sobre todo para la naturaleza.
Patricio Martínez comparó uno de los sistemas de tratado de agua que más han funcionado en el mundo, como el de Israel que ha tenido un excelente manejo de agua pese a tener muy poco recurso, pero que a lo largo de los años han invertido en tecnologías y formas de aplicación, lo que ha permitido el aprovechamiento del recurso.
“Esa agua no alcanza para los cultivos del 2021, vamos llamándole a este problema por su nombre tenemos un desastre climático, una crisis climática y un gran desconocimiento de la hidrología del tratado y su aplicación, y sobre todo una negación prolongada por muchos años a invertir los dos países para hacer tecnología que le dé eficiencia al uso del agua, tanto urbano como rural”, explicó.
Hizo especial énfasis que el estado de Chihuahua no tiene retenida el agua de nadie, que son algunos de los engaños que se han venido creando, pero que si no llueve no se puede pagar y similar pasa con los Estados Unidos, quien pareciera se verá imposibilitado a pagar 74 millones de metros cúbicos que deberían entregarnos en 2021.
Con sus años de experiencia y trabajo desde varias trincheras para el estado de Chihuahua, conoce que el tema del tratado y reconoce que el pleito se está dando por los últimos litros de agua que hay en la cuenca, porque los distritos de riego van a trabajar en su mínima expresión.
“En el mar de confusiones hay que hacer un alto, con una gran conciencia, de que estamos metidos en gran problema existencial y que con realismo, sin ocultar información y todos los habitantes y usuarios de la cuenca desde el estado de Colorado hasta Matamoros, con sus autoridades, revisemos un plan de emergencia hídrica extrema que debe elaborarse ya”, finalizó.