Sangre directa del Centauro del Norte, asistieron al simulacro, velatorio y cortejo fúnebre del caudillo del norte. La nieta y el bisnieto (Lorenza Villa, hija de un hijo legitimo del general y Francisco Montes Garza, bisnieto) ambos se mostraron con orgullo al ver que Villa es homenajeado en esta ciudad.
Durante el día de ayer, en la escenificación del sepelio de José Doroteo Arango Arámbula, más conocido por Francisco Villa, estuvieron presentes la nieta y el bisnieto del Centauro de Norte, quienes recuerdan con orgullo a su consanguíneo, el Caudillo del Norte.
Francisco Montes Garza, bisnieto del General Villa, el cual es originario de la Capital del Estado, mencionó ser pariente de su abuela Lorenza Villa, quien es la mamá de su padre, descendiente directa del Caudillo del Norte, quien a su vez es hija de Águedo Villa, hijo legítimo de Piedad Alvarado y Francisco Villa.
“Me siento honrado por la grandeza y las obras de nobleza que realizó mi bisabuelo, no es solo la sangre, es el espíritu lo que lleva una persona, ya que uno siendo descendiente de Villa, no solo debe de recordarlo con cariño, debe intentar ser igual de grande que él, pues es eso lo que garantiza un futuro para este país” expresó con emotivo aliento Francisco Montes.
Asimismo, dijo sentirse admirado por todos los parralenses y turistas, que siguen recordando a su bisabuelo homenajeándolo con vestimentas, reviviendo parte de su vida y muerte, ya que al observar a su alrededor pudo percatarse foráneos que portaban trajes como revolucionarios y Adelitas, haciendo honor a aquella época.
Por último, Francisco Montes dijo que espera continuar con esta tradición acudiendo año con año, a la Capital del Mundo para seguir honrando a su bisabuelo.
Por su parte su abuela, Lorenza Villa nieta del General Francisco Villa, comentó sentirse orgullosa, ya que año con año ha visto cómo crece la cantidad de personas que acuden a las escenografías de su abuelo, acudiendo hasta trecientas personas durante el velatorio, donde ella ha participado engalanando el evento con su presencia por más de siete años.
Asimismo, dijo que año con año se prepara hasta con tres meses de anticipación, ya que durante el velorio obsequia detallitos que ella misma confecciona.
Al igual que su nieto, comentó sentir admiración por parte de todos los Parralenses y turistas del país y extranjeros quienes acuden desde lejos, trayendo pan, manteles y detallitos para obsequiarlos al público en general, generando un costo más de su viaje, tan solo para ser partícipes de la remembranza del Caudillo.
“La anécdota que más recuerdo fue cuando la señora Austrberta Rentería le contó a mi hermano el mayor, cuando mi abuelo, ya estaba en Canutillo, todos los días amanecía una petaca llena de forjas con monedas de oro, las cuales el las repartía entre todos los pobladores y la forja se vaciaba a las seis o siete de la tarde y al día siguiente a las seis de la mañana nuevamente estaba llena y así era constante mente, ya que los tesoros que acumulo en aquellos tiempos lo repartió siempre a los pobres.” Puntualizó recordando
