Delicias, Chih.- La crisis económica no fue impedimento para que un grupo de mujeres rarámuri emprendiera con éxito un negocio de elaboración de trajes típicos, los cuales se venden ahora en los Estados Unidos y Francia, donde las artesanías indígenas tienen bastante demandada.
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Refugio Bustillos, gobernadora indígena en Delicias, tuvo la iniciativa de formar la cooperativa para elaborar las prendas, primero con sus hijas y después con otras mujeres que se sumaron con entusiasmo al proyecto.
“Nosotros empezamos con el proyecto de costuras en el año de 2019, iniciamos su servidora, sus dos hijas y dos amigas, cinco personas. Y ahora con lo de la pandemia el trabajo, en lugar de afectarnos, creo yo que nos sirvió porque con el hecho de que nosotros teníamos que cerrar el local y no poder trabajar, lo que hicimos fue abrir una página de Facebook para hacer la publicación de las ventas que estábamos haciendo”, narró.
La estrategia tuvo éxito: las ventas de vestidos típicos crecieron como también el número de mujeres empleadas por la cooperativa, pues ya suman dieciocho que benefician a un número similar de familias.
“Cuquita”, como la conocen sus allegados, comentó que la idea de formar la cooperativa se originó debido a la pandemia, pues ella y las demás mujeres buscaron algo en qué ocuparse y se decidieron por la confección de prendas, actividad que desempeña desde 1994.
Muchas de las familias trabajan en casa y no había trabajo, entonces nosotros buscamos la manera de darles a ellos un trabajo y a la vez sustento a la familia, y se hizo la invitación, y se unieron familias rarámuris en costuras, ya sea a mano, ya sea a máquinaexplicó.
La demanda de los textiles aumentó rápidamente no sólo en el estado, sino que ya tienen clientes en otras partes del país e incluso mandan pedidos a los Estados Unidos y Francia, para lo cual se han apoyado bastante en las redes sociales, principalmente Facebook, donde la cooperativa aparece con el nombre rarámuri de Umuki Suami, que en castellano significa “Mujeres cosiendo”.
También ha sido de mucha ayuda para las costureras el formar parte de un grupo de artesanos cuya sede se encuentra en la ciudad de León, Guanajuato, cuya presidente, la joven Luz Valdez, fue la primera que compró un traje e hizo publicidad a las chihuahuenses.
“Nosotros hemos crecido en ese aspecto con el proyecto de las costuras y nos ha ido hasta ahorita, gracias a Dios, muy bien”, expresó Refugio Bustillos.