Mientras los mexicanos están impedidos para cruzar a Estados Unidos desde el 31 de marzo y se les extenderá a por lo menos el 21 de diciembre próximo, los residentes norteamericanos continúan el flujo en la frontera sin mayores contratiempos, más que las filas que en ocasiones se forman.
Las medidas para contener el Covid-19 se han tornado desiguales para los ciudadanos de México en el aspecto de los permisos para atravesar los puentes, en comparación con los del vecino país del norte, lo cual ha sido señalado por distintos actores políticos, lo cual no ha sido corregido, pese a las reiteradas solicitudes.
El gobierno federal de México se ha negado a cerrarle la frontera a los estadounidenses, para cruces no esenciales, como se aplica a los mexicanos que pretenden cruzar a lado norteamericano, con la justificación de evitar mayor propagación del coronavirus.
Tras ser cuestionado el pasado 29 de octubre, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, descartó molestar de esa manera a Estados Unidos.
Dijo que si se tomara una decisión de ese tipo en contra de la gente de allá, se afectarían gravemente las actividades económicas.
Sin embargo, en Ciudad Juárez sí hay una afectación para los miles de comerciantes que adquieren sus mercancías en El Paso, Texas, y luego las revenden en las colonias, porque ya no tienen esos ingresos, aparte de que el Fideicomiso de Puentes Fronterizos reportaba una disminución de sus entradas de aproximadamente 60 millones de pesos, desde el 21 de marzo a la fecha a octubre.
“México no va a optar por un cierre imperativo porque eso tendría muchísimas consecuencias y hemos seguido la misma disposición para el caso de la frontera”, señaló entonces Ebrard.
Ebrard agregó que “sí se hacen recomendaciones, sí se mantiene la orientación de que todas las actividades que no sean esenciales no se lleven a cabo, pero no estamos previendo un cierre total de actividades, porque el impacto podría ser muy grave”.
Sobre dicho tema, tanto el alcalde del municipio de Juárez, Armando Cabada Alvídrez, como legisladores locales y federales, se han sumado a la exigencia de que el gobierno mexicano impida el cruce desde Estados Unidos, a residentes o ciudadanos, si no son esenciales.
A la petición hecha por parte del alcalde Armando Cabada Alvídrez, se sumó primero el Congreso del Estado de Chihuahua, el pasado 20 de octubre, tras una iniciativa del diputado del PVEM, Alejandro Gloria González, quien se pronunció por el cierre de la frontera entre México y Estados Unidos. Los legisladores locales de todas las fracciones votaron por unanimidad a favor.
Hicieron lo propio el senador Gustavo Madero y los diputados federales Patricia Terrazas, Ángeles Gutiérrez, Mario Mata y Miguel Riggs, quienes coincidieron en la urgencia de que el gobierno Federal actúe de manera pronta y efectiva para impedir que desde el lado norteamericano se continúe cruzando a este país sin restricción.