Cuauhtémoc, Chih.- A nadie se le había ocurrido en este año que quizá sea récord en incendios forestales. Esta semana una veintena de incendios se expandían en el estado y al menonita Bradley Unger le pasó por la cabeza lanzar agua al fuego desde avionetas utilizadas para fumigar.
Tres pilotos expertos lo apoyaron y en el mismo número de aeronaves, con el respaldo de los Bomberos Manitoba, arribaron a Carichí. La idea funcionó y ayudaron a apagar el voraz fuego. Estos días han estado listos para volver, pero no ha sido necesario. Sin embargo, siguen dispuestos a apagar incendios forestales para salvar el bosque de la Sierra Tarahumara.
Bradley Unger comentó en entrevista que consultaron a pilotos que los habían realizado en otras partes del país. Al aterrizar la idea, comenzaron a sumar esfuerzos como el de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac).
Expuso que al área que llegaron ya iban como 9 mil hectáreas quemadas, donde los brigadistas ya no podían más. Este sábado tenían la intención de irse a San Juanito, sin embargo ya sólo quedan son brasas, que están prácticamente aisladas y se avanza en si mitigación.
De los pilotos menonitas, comentó que dos de ellos tienen muchos años de experiencia en aviación, lo que sirvió para poder maniobrar contra el viento y las corrientes que se generan entre los cerros que suelen jalar a las aeronaves hacia abajo.
“Los tres son menonitas, de Cuauhtémoc, los bomberos de la colonia Manitoba. Dos de los pilotos viven en campos los cienes”, comentó.