DELICIAS.- Luego de 45 días sin ver directamente a sus hijos y poder abrazarlos, logró su cometido el doctor César Navarro Domínguez tras sobreponerse a cinco días de terapia intensiva y una recuperación lenta, por haberse contagiado de Covid-19.
“Gracias a Dios por permitirme avanzar y estar de vuelta con mis hijos, y -gracias- a mi esposa que lo sufrimos juntos”, expresó el galeno con una sonrisa y expresión que arrancó decenas de “like” en las redes sociales al publicar una foto en su muro.
“Estaba desesperado de no poder verlos y empezar a convivir con ellos”, dijo el doctor al punto de la emoción. El doctor Navarro Domínguez -de 30 años-, antes de contagiarse del virus estuvo en el frente de batalla recibiendo a los casos sospechosos de Covid-19, tanto en el Hospital Regional como en la clínica 11 del IMSS.
Luego de caer enfermo el domingo 14 de junio y ser internado como paciente de Covid-19, el galeno cayó en terapia intensiva y estuvo grave. Su salida de la inconsciencia duró cinco días, mientras fue intubado y asistido con respiración.
Su recuperación ha sido lenta, y luego de caminar solo pocos pasos dentro su domicilio, ahora ya ha salido a manejar su auto y recobra poco a poco sus fuerzas, aunque aún se agota.
Para poder salir, tiene que asistirse del medicamento llamado salbutamol para abrir los bronquios y de un oxímetro, para medir el nivel de oxigenación en su cuerpo, sólo en caso de emergencia, por padecer crisis asmáticas.
El doctor en perfil de Facebook expresó una sonrisa contenida por 45 días, pero se aguantó las lágrimas en la emoción de poder abrazar a César Elías de siete y Leonel de dos años. A este último, lo arrulló esa noche mágica del martes pasado cuando volvió a convivir con ellos.
El doctor Navarro dijo antes de tener contacto con sus hijos se hizo un examen de anticuerpos para constatar que ya no estaba activo el virus e higienizar toda su casa. “Hasta hicimos una pijamada”, expresó gustoso.
La presencia de mis hijos en lo emocional me ayuda y va a forzar más rápido mi recuperación, hasta me ha favorecido el hacer ejercicio y jugar con ellos.
“Esto es mágico y gratificante, estoy muy agradecido con Dios y la gente”, puntualizó el doctor.