PARRAL, CHIH., (OEM).- En un rango de 15 a 17 por ciento del total de niños que habitan en los municipios de Balleza, Guachochi y Guadalupe y Calvo no asisten a la escuela, indicadores de educación en la región sur de la entidad, dentro del programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (PDZP), adjunto a la Secretaría del Bienestar, muestran que un total de 20 mil 860 menores de este territorio que por, motivos de rezago social,carecen de educación primaria y secundaria.
LEE LA VERSIÓN IMPRESA DESDE TU CELULAR, TABLET O COMPUTADORA. ¡DA CLICK Y SUSCRÍBETE!
En los tres municipios de la sierra, al sur del estado, se cuentan más de 20 mil menores, entre los 6 y 14 años que no acuden a la educación primaria y secundaria. Guachochi, Guadalupe y Calvo y Balleza se cuentan como poblaciones con altos niveles de marginación, social así como de rezago social.
En el caso de rezago educativo, se dispone el número de niños de estas edades que son esenciales para la integración educacional, en cada una de las localidades serranas, que han sido sondeados dentro del programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (PDZP), adjunto a la Secretaría del Bienestar antes Sedesol, que sumados dan un total de 20 mil 860 menores en esta situación.
De estas tres poblaciones, es Balleza quien cuenta con un mayor porcentaje de niños en esta situación, donde un total de 4 mil 672 no cuentan con sus respectivos estudios y se desconoce el contexto en el que desarrollan su día a día.
En el caso de Guadalupe y Calvo y su vecino Guachochi, cuyo territorio es habitado en su mayoría por población indígena, que viven en comunidades de difícil acceso y en situación de vulnerabilidad, cuentan con un 15.87 y un 15.52 por ciento de infantes sin estudiar, respectivamente; es decir 8 mil 490 y 7 mil 741.
Asimismo, hay que mencionar el caso de Parral donde, pese a que su territorio no cuenta con un nivel alto de marginación y/o rezago social, existen más de 2 mil 400 pobladores en el rango de edad mencionado, que carece de sus estudios.
Cabe señalar que según los datos que proporciona el Gobierno Federal, a través de Coneval y el propio PDZP, estos índices representan un contexto de pobreza y marginación social con la que los menores que habitan estas localidades viven.
Asimismo, en las partes más altas de la sierra, existen familias que aunado a la situación precaria en la que habitan no cuentan con la disponibilidad de asistir a un plantel educativo debido a las condiciones territoriales que rodean sus propias comunidades.