Recorriendo las rancherías de la zona de Norogáchi, municipio de Guachochi, con su laboratorio ambulante, la maestra Aida Lissete Holguín González, pudo llevar la ciencia a sus estudiantes rarámuris, quienes, a pesar de la pandemia que los mantiene lejos de las aulas, pudieron comprender de forma práctica, de biología, física y química, con su programa “La ciencia no es ciencia, sin experimentar”. El proyecto fue reconocido, con primer lugar en el concurso nacional “Practicas Educativas Innovadoras frente al Covid-19”.
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La maestra ha sido docente de ciencias desde hace diez años, en la secundaria Técnica 85, en donde imparte biología a primer grado, física a segundo y química a tercero, sus alumnos son de comunidades rarámuri que se ubican en toda la zona serrana y que se alojan durante el curso en el albergue ubicado en Norogáchi, tomando clase en esta población.
Cuando los estudiantes debieron irse a casa por la pandemia, comenzó a notar que los cuadernillos que emitió la Secretaría de Educación se los regresaban vacíos, se preocupó mucho y siendo ella una apasionada de la ciencia, que gusta de hacer su clase práctica, más que teórica, decidió que tenía que hacer algo.