En el olvido se encuentra la tumba registrada más antigua del histórico Panteón de Dolores, la cual pertenece a un niño; data del año 1823. En la lápida está inscrito el nombre de Rogelio Torres, se cree que sus familiares hayan emigrado y por ello que ya nadie la visita. Sólo tienen una reseña a un costado que indica que es la más antigua, aunque se cree que haya más.
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Bertha Alicia Holguín Ortiz, encargada del Panteón de Dolores, reveló que esta tumba es la más antigua de la que se tiene registro, ya que puede haber más que ésta; incluso del año 1800.
Pero no se han detectado aún, ya que con el tiempo y las condiciones climatológicas se han venido deteriorando las lápidas y ya no es posible determinar la antigüedad de los sepulcros.
HECHA DE CANTERA EN FORMA DE PERGAMINO CON UN OLIVO
La tumba olvidada pertenece a un niño: Rogelio Torres, la cual tiene inscrita la fecha de nacimiento que es el 31 de diciembre de 1815 y falleció el 1 de mayo de 1823, tenía ocho años de edad cuando murió.
Es por ello la pequeña lápida de cantera en forma de pergamino y con una hoja de olivo, a través de los años se encuentra conservada.
Antes era muy usada la cantera para dar forma a las lápidas que se ubican en el panteón, dijo la encargada de la Necrópolis.
Jamás nadie ha ido a visitarla. Ya han pasado muchos años, la descendencia de esta persona se fue muriendo o posiblemente emigrado. La tumba está considerada como parte de un atractivo más para las personas que visitan este museo de arte funerario, como se le ha nombrado al camposanto de la avenida Tecnológico.
La tumba está a un costado del pasillo del lado izquierdo entrando al panteón, justo en la parte trasera de la conocida tumba del General Francisco Villa; es fácil de localizar, tiene una inscripción para identificarla como la más antigua de que se tiene registro.