El 28 de marzo, sudamericanos se instalaron afuera del Instituto Nacional de Migración, para exigir justicia y hacer vigilia por los 40 hombres en contexto de movilidad que fallecieron quemados dentro de la estancia provisional migratoria, donde estaban resguardados.

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Sin embargo, las aceras de Presidencia Municipal y del Instituto Nacional de Migración lucen llenas de carpas, cuando ya, en el lugar no existe ningún amigo, allegado o familiar de los difuntos.

"Hay una organización que está ahí promoviendo y los migrantes en esas carpas se están aprovechando de los 40 fallecidos, para estar habitando allí", comentó un familiar de uno de los difuntos y que en un inicio promovió la vigilia.

Informó que de las personas que inicialmente pusieron el altar y las protestas, ya no hay nadie en esa zona desde que se entregaron los cuerpos de los venezolanos que fueron los últimos en ser repatriados a su lugar de origen.

"Uno queriendo dejar un memorial ahí bien bonito y la gente queriendo aprovechar la situación, ahí sólo está uno de los familiares, tiene dos hijos se le ofreció hogar y no se quiso ir, porque le gusta que regalen las cosas", contó en tono muy molesto.

Agregó que la mayoría de los fallecidos en el incendio del INM, no están de acuerdo que usen la tragedia para que cientos de migrantes permanezcan ahí, como si sintieran un dolor, cuando ni los conocían.

También, dijo que fue por petición de los familiares de los fallecidos que se retiraron las fotos que estaban en el altar.

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Sin embargo, migrantes de distintas nacionalidades llegan y se instalan ahí argumentando que se unen al dolor y la exigencia de justicia por los migrantes que fallecieron en el INM, cuando no saben ni quiénes eran.

Nota original en El Heraldo de Juárez