Las calles de Ciudad Juárez han quedado sin limpiavidrios sudamericanos, las tapias de edificios en ruina y hoteles en el Centro, han quedado vacíos, pues migrantes están congregados en la deriva del Río Bravo del lado americano.
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Desde la semana pasada rumores de que serían recibidos por autoridades norteamericanas sin cita y a través del muro fronterizo los hizo moverse al filo de la frontera esperando tener un encuentro con la Patrulla Fronteriza.
"Nosotros nos avisamos por nuestros grupos de WhatsApp, pero desde la semana pasada las autoridades de migración de Estados Unidos fueron los que nos dijeron que dejarían pasar a familias por el punto 28 y así fue entraron como 500", dijo Carlos, venezolano.
Como personas en situación de movilidad durante la última semana caminan a lo largo del bordo fronterizo, de la puerta 28, los militares de la Guardia Nacional los hacen caminar a la puerta 36.
De ahí a algunos los mandan hasta la 42, la cual tiene mayor número de migrantes en su mayoría venezolanos.
"Ellos nos están dejando pasar, no entendemos porque nos hacen esperar tantas horas en el sol, parece que disfrutan, hay niños, mujeres que se desmayan por falta de agua y los americanos no hacen nada", contó Carlos.
Llevan dos días esperando la entrada, a la hora que se hacen los cambios de los elementos de la Guardia Nacional de Texas aprovechan para ir por comida y agua.
"Ya estando de este lado no nos pueden regresar a México, lo que sí hacen es tirar el agua y la comida", platicó el venezolano desde el lado americano a través del alambre de púas.
Otra cosa que dijo es que los elementos norteamericanos, les dijeron que otra vez van a recibir a migrantes esto debido a que el próximo 23 de septiembre habrá elecciones políticas en Texas.
Así que nuevamente llegará más flujo migratorio pero no a quedarse en la ciudad, sino a entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Nota original en El Heraldo de Juárez