“Los militares americanos nos están diciendo que caminemos a la puerta 40 o 41, que allá la migración sí deja entrar y están procesando a los migrantes”, dijo un joven venezolano que caminaba desde el Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza (BSI 36).
El venezolano iba caminando en conjunto con un grupo de aproximadamente 50 personas.
A nadie le importaba que tanto tenían que caminar para encontrar un marcador (BSI) por donde tener un encuentro con la Patrulla Fronteriza.
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En el BSI 36 por donde estaban entrando ya no quedan migrantes, esto debido al excesivo resguardo de la Guardia Nacional de Texas.
Además de que los alambres de púas están instalados hasta la mitad del Río Bravo, los agentes norteamericanos les han dicho a los migrantes que si dañan o rompen el alambre o la reja serán arrestados por la policía Estatal de Texas, mismos que también custodian la frontera.
“Ellos nos dijeron que acá sí están procesando, que en la puerta 36 ya no iban a procesar porque se habían metido unos venezolanos a hacer destrozos, pero ellos no entienden que no todos somos iguales”, expresó Eduardo, otro migrante que buscaba donde entrar a Estados Unidos.
Aunque se les señaló que supuestamente después del BSI 40 se estaban procesando a migrantes, en recorrido, desde ese marcador hasta el 42, no se apreció que ningún migrante pudiera entrar.
Ni tampoco se observó a la Patrulla Fronteriza que estuviera recibiendo ningún migrante, aunque fueran conformados en grupos familiares.