“Mucha gente, toda la que está pegada al muro, se cruzó desde anoche”, comentó un grupo de personas venezolanas que se resguardaba del sol entre los arbustos.
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Señalaron que en la noche es muy fácil cortar el alambre de púas sin que los agentes norteamericanos se den cuenta.
Al cuestionarlos, sobre qué opinan, qué la Guardia Nacional de Texas les dispare balas de gas pimienta cuando los ven cortar el alambre, Pedrón Ávila de Venezuela dijo:
“No hay mucho que decir, ellos están cumpliendo órdenes y nosotros simplemente buscamos la forma de entrada, seguir encomendados a Dios y esperar que se dé la oportunidad y correr lo más rápido que uno pueda, siempre y cuando, cuidando a los hijos de uno”.
Pedro también opinó que aunque Trump quede de presidente y les advierta de sacarlos de Estados Unidos declaró: “Eso se tiene mucho tiempo escuchándolo, solo decirle a Dios que si entramos se haga su voluntad si quedamos bien y si no pues que nos saquen”.
Finalmente, Pedró comentó: “Con el de arriba nadie puede, si él nos da el acceso a entrar es porque nos quiere tener allá, simplemente con el hecho de estar aquí ya es bastante”.
Durante la madrugada del viernes antes de la puesta del sol, los migrantes cortaron el alambre de púas y llegaron al muro y esta mañana esperan aproximadamente 100 migrantes a ser procesados por la Patrulla Fronteriza.
Nota original en El Heraldo de Juárez