Este viernes, dos años ya de la desaparición de los enfermeros de Jiménez en Parral, dos años donde hoy la pena duele más que al principio, ya que son más las preguntas que las respuestas que las autoridades brindan. Detenciones, líneas de investigación y hasta sentencias por otros delitos a los presuntos involucrados en el caso, pero aún no hay una respuesta a la interrogante principal y que por desgracia, sigue siendo la misma, ¿dónde están?.
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EL HECHO
Fue el 29 de mayo del 2018 cuando se informaba sobre la privación ilegal de la libertad de tres estudiantes de enfermería en Parral; se encontraban en su vivienda de la colonia Kennedy, donde sujetos armados irrumpieron en el lugar y se los llevaron con lujo de violencia.
Se trataba de Sigrid Casandra Díaz Huerta y Oswaldo Galván Rodríguez, de 21 y 22 años de edad, respectivamente, y originarios de ciudad Jiménez. Trascendía que su tercer compañero, del cual no se proporcionaron generales, había sido liberado luego de unos minutos.
Sin embargo, su compañera Mayra Guadalupe Mendoza Adame, de 21 años, quien compartía la vivienda con ellos, se encontraba desaparecida desde el domingo 27 de mayo tras haber asistido a una fiesta con su amiga Merari Muñoz Lozano, quien también desapareció en ese entonces.
SIN FE EN LAS AUTORIDADES, PERO CON EL RESPALDO DE LO DIVINO
Dicha noticia, son las mismas líneas tan repetitivas entre la prensa y los diferentes medios, tan repetitivas como los argumentos de una Fiscalía que en 731 días, porque este año fue bisiesto, no ha podido resolver.
Ello, según la madre de la joven Mayra Guadalupe Mendoza, la señora Leticia Mendoza, quien sin más apoyo que la fe en Dios, no vive, sino sobrevive por sus nietos que a diario esperan ver llegar a su madre.
“Es un dolor que no termina, en cambio, duele más, antes al ser poco el tiempo de su desaparición, pero ahora mientras más pasa el tiempo, es más la pena y la incertidumbre, la que crece al no tener respuestas”, manifestó Leticia Mendoza, cuya percepción de justicia dista de las decepcionantes autoridades, sino que radica en lo divino.
Expresó que tristemente mientras más ha pasado el tiempo, la esperanza de ver a los enfermeros con vida cada vez se desvanece más, pero a estas alturas de la vida, un simple resto de la vida terrenal de su hija y el poder realizarle un funeral como lo marcan sus creencias, ya serían un consuelo.
DETENCIONES, LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN, SENTENCIAS Y HASTA ANUNCIOS DE NUEVAS ÓRDENES DE APREHENSIÓN, ¿DE QUE HAN SERVIDO?
Ya se detuvo a “La Pamy” y hasta se le sentenció, pero por trata de personas, nada que demuestre su relación con la desaparición de los jóvenes, se detuvo al “Policholo” y al “Robocop”, se anunció que ya se preparaban nuevas órdenes de aprehensión, pero en poco se ha aportado al caso, y las autoridades redundan en lo mismo.
“Es una burla y un insulto que en dos años no les hayan podido sacar nada a estas personas, si según ellos son los culpables, ya era para que les hubieran sacado una declaración que nos ayude a localizarlos”.
Y es que en estos dos años a los padres de los enfermeros se les ha pedido acudir a la ciudad de Chihuahua para comparecer en torno a la investigación, la cual no avanza y ahora en tiempos de contingencia, que toda actividad no esencial se encuentra pausada.
“Aún me dicen que vaya a Chihuahua para hablar de todo esto, pero ¿a qué voy?, todo lo que me digan ya me lo han dicho antes y al final terminó con más dudas que respuestas, y con un desgaste mayor al que ya cargó, mejor sigo trabajando por mis nietos”, aseveró la entrevistada.
DISCRIMINACIÓN, TANTO TIENES, TANTO VALES, ¿IMAGINACIÓN O REALIDAD?
“Yo sí creo en la justicia, pero no en esta, en la divina, Dios es justo y tengo fe de que en esta vida, o en la otra, voy a poder saber qué es lo que pasó y terminar con esta incertidumbre que no termina”, expresó la señora Leticia Mendoza.
De igual forma puntualizó que le llama la atención la rapidez con la que Fiscalía ha resuelto casos como el del empresario coahuilense Yamil Kort, quien pese a que lamentablemente falleció, fue sorprendente la eficacia con la que se resolvió el crimen y se logró capturar a los responsables.
No obstante, el logro de la dependencia siembra otra duda en las víctimas del delito a las que no se les ha hecho justicia, “¿Por qué solo en estos casos se actúa así de rápido y hasta se movilizan grupos especiales de Chihuahua?, ¿tanto tienes, tanto vales?”, cuestiona la entrevistada.
NO TODO ES MALO EN LA DEPENDENCIA
Pese a la crítica que la señora Leticia Mendoza, ha realizado del quehacer de la Fiscalía en torno al caso de los enfermeros, puntualizó que no todo ha sido malo, en cambio, reconoció el trabajo de quienes en su momento la apoyaron.
“Debo decir que no todo ha sido malo, los psicólogos, la trabajadora social y hasta algunos policías ministeriales, siempre se mostraron atentos y se pusieron a la orden para cualquier cosa que se pudiera ofrecer con mis nietos, y eso, se valora y agradece mucho”, concluyó la mamá de la joven enfermera y madre, Mayra Guadalupe Mendoza.