Trae la música de la sierra a Jiménez y a la vez obtiene el sustento diario, ataviado con guitarra y armónica, Julián Bustillos se instala en los diferentes cruceros de la Vieja Huejoquilla, presentando los ritmos del “Yumare” y hasta canciones “Chabochis” que le valen algunas monedas cuando ameniza en bares.
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Transcurre la semana en Jiménez, escurriendo por la rutina de cada persona y transeúnte, pero este jueves la monotonía se vio interrumpida para aquellos que habitan laboran o pasaban por la calle Sor Juana Inés de la Cruz.
En esta ocasión se pudo escuchar una música de fondo, sin embargo no era la melodía del momento o las canciones del recuerdo. Rasgueos de guitarra y melodías de armónica, ensamblaban en un ritmo “autóctono”, sólo por darle un nombre.
La fuente del sonido no era un altavoz o equipo de audio, era un músico callejero apostado al centro dela vía pública, ofreciendo su repertorio a los transeúntes y conductores que circulaban por el lugar.
Julián Bustillos, de 49 años y originario de Tecorichi, Balleza, los datos del singular artista, quien proveniente de la sierra de Chihuahua, indicó tener cerca de dos décadas radicando de manera intermitente en la Vieja Huejoquilla.
“Sólo viendo cómo tocaban otras personas fue como yo aprendí a tocar la guitarra, mi abuelo me enseñó la armónica, y desde como un año que salgo a tocar para sacar un peso para la comida, me pongo en todas partes para no aburrir, hoy me tocó aquí, mañana a ver dónde”, explicó el peculiar artista.
Y aunque de modesto escenario, el músico indicó que en Jiménez hay mucho talento y mucha música, pero ninguna como la que interpreta y guarda en el atril de sus memorias, aquella que nos recuerda nuestro origen y que fue creada por los primeros habitantes del estado grande.