Revocarán prohibición de peleas de gallos

Desempleo, golpes a la economía y clandestinaje que podría derivar prohibir las peleas

ABRAHAM ZAMARRÓN / EL SOL DE PARRAL

  · viernes 19 de julio de 2019

Desempleo, golpes a la economía y clandestinaje que podría derivar incluso en tragedias, sería el resultado de prohibir las peleas de gallos en el Estado, según manifiestan que se dedican a dicha actividad. Tan sólo en Jiménez cerca de dos mil personas se dedican de cierta manera a los gallos, por lo que sería un impacto considerable para las familias. Galleros reúnen firmas para revocar la propuesta de gobernador Javier Corral.

Tras el anuncio del Gobernador del Estado, licenciado Javier Corral Jurado, en el que señaló que las corridas de toros, así como las peleas de gallos quedarían prohibidas en la entidad, se le preguntó a Adán de León Fierro, quien desde hace varios años se desenvuelve en la actividad de los gallos, sobre el impacto que trae la iniciativa antes citada.

En este sentido, el entrevistado destacó que el impacto sería generalizado, el cual iría desde el desempleo, hasta un impacto económico considerable que vendría extendiéndose otros sectores productivos.

De manera inicial se perderían muchos empleos directos, específicamente el de los pastores, que son las personas que se dedican al cuidado, limpieza y alimentación de los gallos de pelea, y por ende, a sus familias.

A ello le seguiría la afectación de la economía de las personas que se dedican a la crianza y venta de gallos de pelea, cuyo valor oscila desde los dos mil hasta los diez mil pesos, dependiendo el tipo de animal.

Y es que además el impacto llegaría a las forrajeras donde se comercializan el alimento para los gallos, seguido de la industria farmacéutica veterinaria, ya que en la actualidad existen un sinfín de suplementos y medicamentos diseñados para el gallo de pelea.

Asimismo, el entrevistado comentó que en Jiménez hay un promedio de cerca de 150 galleros, pero detrás de cada uno de ellos hay diez o quince personas más, entre socios y familiares que se verán afectados de aprobarse esta prohibición.

A ello hay que sumarle el circulante que se genera durante una pelea de gallos, donde además de pagar un permiso de gobernación, se genera derrama de otros tipos mediante las apuestas, así como el de comerciantes que acuden a ofertar desde cerveza, alimentos, snacks y demás productos.

CLANDESTINAJE

No obstante, Adán de León puntualizó que el problema más delicado que podría derivarse de esta situación, sería el clandestinaje, es decir que las personas sigan llevando a cabo las peleas de gallos en sus domicilios y fuera de toda regulación.

“En los palenques hay seguridad, hay policías que vigilan que en el lugar no haya armas, drogas o conflictos, es más, al más mínimo conato de riña en ocasiones hasta el evento se suspende”, aseveró el entrevistado, quien destacó que al carecerse de esta seguridad hasta una tragedia pudiera suscitarse.

Comentó que en Jiménez así como en el resto del Estado, se está llevando a cabo el acopio de firmas, requiriéndose un total de 28 mil rubricas para impedir que la propuesta del gobernador llegue al congreso y las peleas de gallos pasen a ser patrimonio cultural como ha ocurrido en otras entidades.

“Quienes dicen que es maltrato animal son personas que ni siquiera conocen de la actividad, no hay comparación en el trato que recibe un gallo de pelea con el que se da en las granjas a los animales destinados al consumo humano, que a fin de cuentas van y terminan en el matadero”, dijo.

Destacó que los gallos de pelea reciben un trato y atención digno e/o igual al de un atleta, ya que su cuidado implica desde una dieta, suplementos y actividades especiales, que regularmente el productor ve más por sus animales que por él mismo.

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