En riesgo, trabajadores y pacientes del Hospital Regional por fallas en equipo de esterilización. Tras meses fallando, trabajadores se negaron a seguir operando el equipo por riesgo de explosión o accidente laboral, aunado a que no se garantiza la esterilización de instrumental. La Dirección ha tomado medidas, pero igual no se garantiza la limpieza, trabajadores cuestionan la falta de atención y el uso de equipos nuevos, que permanecen deteriorándose en los patios. Por lo anterior se intentó contactar al Director del nosocomio, pero no fue posible establecer comunicación.
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Molestia y zozobra entre los trabajadores del Hospital Regional de Jiménez, por la falla de un equipo de esterilización, cuyo nombre técnico es “autoclave”, dicho aparato es antiguo y se encuentra deteriorado, al punto de poner en riesgo a quienes lo operan y laboran en el nosocomio.
El autoclave, es un dispositivo que mediante vapor, a temperaturas superiores a los 120 grados centígrados, esteriliza y desinfecta todos los instrumentales como pinzas y demás utensilios, así como la ropa que se utiliza durante los procedimientos quirúrgicos.
La máquina de este tipo que ha venido operando desde hace tiempo en el Hospital Regional, es tan antigua que los letreros de los interruptores ya se han borrado, obligando a los operadores a improvisar escribiendo sobre cintas adhesivas que colocan en la máquina.
Sin embargo, el problema va más allá de lo estético, tornando la situación, en lo que ellos consideran un gran riesgo, ya que uno de los brazos que sirven para sellar herméticamente el autoclave, está vencido, improvisando con una rudimentaria varilla metálica para hacer palanca y poder cerrarla.
No obstante, pese a los esfuerzos, la puerta no sella adecuadamente, provocando la fuga de vapor que podría derivar en una explosión, o quemar a quienes se encuentren cerca, ya que en términos menos técnicos, este aparato opera de forma similar a una olla de presión, cual puede estallar si una de sus válvulas falla.
Además, la avería provoca que de la máquina se filtre agua, provocando el riesgo de caídas, las cuales buscan evitar colocando toallas o sábanas en el piso, para evitar que el líquido se esparza en el área.
Pero el riesgo o la afectación no sólo es para los trabajadores de la salud, sino también para los pacientes, ya que por la falla, el instrumental a esterilizar, sale completamente cubierto de agua o vapor, lo que representa riesgo de contaminación. Un autoclave que funciona adecuadamente, deja el instrumental completamente seco al interior de una bolsa plástica.
Dicha situación ha derivado en que cirugías se tengan que reprogramar o posponer, en una duplicación de esfuerzos para poder garantizar que todos los instrumentos y utensilios queden esterilizados.
La situación ha llegado al punto que quienes se encargan de operar el autoclave se nieguen a hacerlo, ya que trabajar en esas condiciones los expone a riesgo de alguna contingencia. o incluso, una tragedia.
Señalaron que en respuesta, la Dirección optó por mandar a esterilizar los equipos a un hospital en el municipio de Camargo; sin embargo, ello no garantiza la limpieza, ya que el instrumental podría contaminarse en el trayecto de regreso a Jiménez.
Asimismo, los quejosos puntualizaron que esta situación es el reflejo de los descuidos, omisiones y falta de gestión por parte del personal administrativo y la Dirección del Hospital Regional, de quienes, aseguran, desde hace tiempo tienen conocimiento del problema y sólo lo han minimizado.
El colmo de las burlas, es que el hospital cuenta con dos autoclaves más, uno digital más moderno, cuya única falla es una de sus válvulas, y que el costo para reemplazarla es de cerca de cinco mil pesos.
Además, existe otro completamente nuevo en su caja; sin embargo este ya lleva más de un año en los patios traseros del hospital, cubierto parcialmente con un tejaban que no lo protege del deterioro, siendo un equipo cuyo valor asciende a casi medio millón de pesos.
Por lo anterior, se intentó contactar al Director del Hospital Regional de Jiménez, médico Luis Martínez, para conocer su postura al respecto; sin embargo, no fue posible establecer comunicación, en una de las ocasiones se encontraba ocupado con un paciente, y en otras, nadie respondió el teléfono.