En la región suroeste del municipio de Jiménez, entre la sierra del Diablo y la sierra Mojada, frontera de los estados de Durango y Chihuahua, se localiza la única granja acuícola de la región, ahí se cultiva la mojarra tilapia, especie que se ha adaptado al clima extremo del desierto norteño.
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A escasos kilómetros de la frontera con el estado de Durango, en un lugar donde pareciera que las condiciones geográficas y climatológicas son enemigas de la vida por la extrema aridez del área, se ubican estos estanques de agua, donde Jesús José Barraza, productor de peces, nos platica sobre este proyecto acuícola.
Indica que en el ejido Liberación del municipio de Jiménez, el proyecto de la crianza de pescado surgió en el año del 2014 por recomendación de un biólogo, derivado de que en el estanque de almacenamiento de agua había proliferación de algas, mismas que taponeaban los ductos de riego, sistema por goteo y filtros, por lo que la crianza de mojarras tilapia fue una de las soluciones al problema.
"Ya me habían realizado la fórmula para la aplicación de un producto químico contra las algas, cuando en eso, un camarada biólogo nos comentó que nos esperáramos, y nos recomendó el poner peces, ya que la mojarra se comía el alga y limpiaba los ductos", dice.
"El excremento del pez me servía como fertilizante para los cultivos y tenía pescado para comer, por lo que me pareció buena la idea", expresa José Barraza.
La granja de peces comienza con el embarque del alevín en avión (nombre del pez recién nacido) de entre 15 a 20 días de vida, desde Mazatlán, Sinaloa o Hermosillo, Sonora; dos de las regiones donde se encuentran los mejores laboratorios de producción de mojarra tilapia.
Son recibidos en el aeropuerto de Chihuahua, de donde son recogidos y transportados vía terrestre hasta el ejido Liberación en la región suroeste del municipio de Jiménez, refiere el entrevistado que los alevines son enviados en bolsas de polietileno, con oxígeno y hielo; las cuales contienen entre dos mil y tres mil ejemplares, que son sembrados en los estanques de clima controlado en el centro de producción.
Una vez que los alevines llegan, las bolsas se sumergen en el estanque para que los pequeños peces se aclimaten, de dos a tres horas, y posteriormente ser sembrados en los contenedores en donde permanecerán alrededor de diez meses, tiempo en el cual están listos para ser cosechados y distribuidos para el consumo humano.
Para la cosecha de pez, se busca que hasta el noventa por ciento de la población sean machos, ya que son los que más rápido ganan masa muscular.
La granja de tilapias, se encuentra configurada con diez estanques tipo “Race Wey”, de diez metros de ancho por cincuenta metros de largo y por uno ochenta de profundidad. Son un total de diez estanques techados con maya sombra y hule, que crean un ambiente subtropical, ideal para la producción de las mojarras.
Para que el pez pueda crecer, se le suministra alimento balanceado de primera, croqueta para pez, también es indispensable la aplicación de alga espirulina, la cual tiene un alto contenido proteico y minerales esenciales, así como la zeolita, que ayuda a purificar el ecosistema del estanque.
Una vez que el pez alcanza su madurez, es pescado con redes y procesado en un área especial, en mesas de acero inoxidable de grado alimenticio, donde se le quitan las escamas y las vísceras, tras lo cual es lavado y transportado a un cuarto frio.
Actualmente la granja produce anualmente 20 toneladas de pez, cuyo mercado es mayormente local, con un precio por kilo de 85 pesos, cuenta con certificación ante Senasica, para la exportación de pescado.
El agua de los estanques, la cual proviene de pozo profundo, es cambiada diariamente. El agua sobrante que contiene los desechos del pescado, se conduce hasta un estanque donde se revuelve con lixiviado de lombriz composta, para ser suministrada a cultivos de alfalfa.
Las crías de los peces que logran reproducirse dentro de los estanques, son las que recorren los canales de riego y estanque, ayudando a mantener limpios los sistemas de conducción, evitando la proliferación de algas.
"Y quien lo dijera, inició como la solución a un problema de algas y ahora es una fuente de alimentación y de riqueza en medio del desierto", señala José Barraza.