Reciben las presas Pico de Águila y San Gabriel entre 7 y 11 millones de metros cúbicos con las últimas lluvias registradas en la región. En Jiménez el promedio anual de lluvia es de 300 milímetros y al momento han caído 160, lo cual ha traído beneficios, pero lo ideal es que el resto de la lluvia se registre a lo largo de la temporada y no en un solo mes o corto periodo.
Las recientes lluvias que se han registrado en la Vieja Huejoquilla y la región han sido de beneficio para el campo, así como para las presas que suministran el vital líquido para el riego de cultivos, dio a conocer el jefe de la Secretaría de Agricultura en el Distrito de Jiménez, ingeniero Roberto Arturo Baca Perea.
En este sentido, Baca Perea indicó que las presas Pico de Águila y San Gabriel han logrado captar una buena cantidad de agua, que aunque lo ideal hubiera sido una mayor captación, se puede decir que el panorama ya es otro al que se tenía antes de que se hicieran presentes las lluvias.
Y es que, pese a que los cultivos se nutren con agua de riego, suelen estar raquíticos y su crecimiento es aletargado. Algunos cultivos de sorgo, maíz y frijol no estaban en buenas condiciones pese al riego, pero la caída de lluvia los reavivó y aceleró, ya que el agua del cielo viene cargada con nutrientes que toma de los compuestos de la atmósfera.
En el caso de la presa Pico de Águila, logró captar siete millones de metros cúbicos, situándose al momento en los 12 millones. Mientras que la presa San Gabriel al momento almacena 74 millones de metros cúbicos al captar 11 millones.
Señaló que, de los cerca de 300 milímetros que en promedio deben llover al año en Jiménez, al momento se han registrado 160 milímetros. Se espera que la lluvia restante caiga espaciada a lo largo de la temporada, ya que si cae toda en uno o dos chubascos, no resulta tan benéfico como debiera.
Explicó que el suelo ahorita está saturado de humedad por las últimas precipitaciones, por lo que toda la lluvia que llegue a caer se traducirá en escurrimientos. Es importante que las precipitaciones venideras se registren en la parte alta de las cuencas de las presas.