Jiménez, Chih.- Poco alentadora anuencia para apertura de bares y cantinas, propietarios de este tipo de establecimientos temen que dentro de 15 días los vuelvan a cerrar. Además, señalan que es poca la afluencia de parroquianos por falta de dinero y temor a los contagios.
De nueva cuenta la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado, anunció la transición al color amarillo, en el semáforo epidemiológico, permitiendo la reactivación de algunos giros que habían estado suspendidos como medida de prevención.
Tal es el caso de los bares, cantinas y centros nocturnos, de los giros más castigados por el impacto económico de la pandemia por Covid- 19, ya que no han podido reanudar operaciones de la manera en que lo han hecho otros sectores.
Sin embargo, no es la primera vez que la situación permite reaperturar este tipo de negocios, pero la escalada de contagios ha provocado en que de nueva cuenta tengan que cerrar sus puertas.
Es por ello que el reciente anuncio del secretario de Salud, Eduardo Fernández, no ha sido del todo alentador para los dueños de estas negociaciones.
Tal es el caso de Anacleto Manuel Martín de León Sánchez, propietario del bar "Casino Corona", en la Vieja Huejoquilla. "Es una situación muy complicada para estos giros, ya antes nos han dicho que íbamos a poder abrir, y lejos de beneficiar, ha impactado más", manifestó el entrevistado.
Señaló que existe el temor de que de nueva cuenta los contagios vuelvan a repuntar, y las disposiciones sanitarias ordenen volver a cerrar, haciendo que la inversión para abrir se convierta en pérdida.
"Yo por ejemplo, tengo que pagar la renta del establecimiento, y cada vez que abro, tengo que pagar el mes completo, pero al final, sólo podemos trabajar 15 días", explicó de León Sánchez.
Señaló que se debe invertir en inventarios, además de los costos de sanitización, y la adquisición de insumos como el gel antibacterial, tapetes sanitizantes, entre otros. Ello sin olvidar lo más importante, los sueldos de los trabajadores y las aportaciones al Seguro Social.
Sin embargo, el entrevistado comentó que aún y cuando no tengan que volver a cerrar, lograr una verdadera reactivación económica será un proceso complejo y a largo plazo, ya que es poco el dinero que circula, y otros rubros se han priorizado por encima del esparcimiento o el consumo de bebidas.
Además, indicó que es mucho el temor de las personas a un posible contagio, por lo que aún y con capital circulante, la afluencia de consumidores es poca, por lo que incluso, el aforo permitido del 30 por ciento, podría resultar hasta inalcanzable.
Reiteró que esta pandemia ha sido más que difícil, entre el impacto al tema de la salud y los embates económicos, pero considera que el golpeteo económico ha sido más letal para aquellos que subsisten únicamente de los bares y cantinas.
Manifestó que es apremiante que autoridades o gobierno, apoyen con la inyección de capital y lograr una verdadera reactivación económica. Comentó que en su momento el municipio apoyó para el pago de sueldos de los trabajadores, pero a más de un año de permanecer cerrados, la ayuda ha resultado insuficiente.
Finalmente, el entrevistado expresó que aunque esta apertura no sea del todo esperanzadora, no queda más que trabajar con empeño, y esperar que esta enfermedad pierda terreno con la vacunación, y así poder seguir avanzando en el largo camino de la reactivación económica.