Presas San Gabriel y Pico de Águila se encuentran al 56.3 y 38. 2 por ciento de su capacidad; al iniciar el año se encontraban al 100 por ciento; sin embargo, ante la falta de precipitaciones el nivel solo ha bajado de acuerdo con los informes diarios de la Conagua. Si las presas no se recargan, se destaca que los municipios que resentirán la escasez del vital líquido serán, Coronado, Jiménez y López, municipios que sus cultivos son de riego tecnificado de gravedad, esto de acuerdo a lo expuesto con Roberto Baca Perea, Jefe de la Sader en el distrito del Río Florido.
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La sequía que afecta la región ha provocado un considerable descenso en los niveles de agua de las presas San Gabriel y Pico de Águila, las cuales se encuentran al 56.3% y 38.2% de su capacidad, respectivamente. A principios de este año, las presas estaban al 100% de su capacidad, pero la falta de precipitaciones ha llevado a esta disminución, según informes diarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En septiembre, los niveles eran preocupantes, con la presa San Gabriel al 59% y la presa Pico de Águila al 44%. Si esta tendencia de sequía persiste y las presas no logran recargarse, los municipios de Coronado, Jiménez y López serán los más afectados por la escasez de agua.
Estos municipios dependen en gran medida del riego tecnificado de gravedad, basando sus operaciones en el abastecimiento de agua proveniente principalmente de las presas, como señaló Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en el distrito del Río Florido.
Esta situación plantea un desafío significativo para la región, ya que no solo afecta la agricultura, sino también el abastecimiento de agua para uso humano. La falta de precipitaciones y la disminución en los niveles de agua en las presas están generando una creciente preocupación en la comunidad, y se espera que las autoridades tomen medidas inmediatas para abordar esta problemática.
Además, es esencial que se implementen estrategias de conservación y uso eficiente del agua para mitigar los efectos de esta sequía prolongada.
Según lo destacado por Fidencio Loya, representante de la Unión de Ganaderos en la región sur, la escasez de agua impacta directamente en la economía local, poniendo en riesgo la producción agrícola y la sostenibilidad de las comunidades.
Se hace un llamado urgente a la población para que adopte medidas de ahorro de agua y colabore en esta situación crítica, haciendo un uso responsable del recurso vital.
Ante esta situación, se resaltó que se requiere una acción coordinada entre autoridades locales, estatales y federales para garantizar un suministro adecuado de agua en la región. La inversión en infraestructura hídrica y la implementación de políticas de gestión sostenible del agua son esenciales para abordar la sequía y asegurar la disponibilidad de agua a largo plazo.