Ocultos entre las grandes paredes de piedra de granito de los cerros de Peñoles, en el municipio de Coronado, Chihuahua, crecen aglomeradas, grandes familias de helechos, que por increíble que parezca se abren paso a la vida en el desierto chihuahuense.
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En las orillas de las rocas o en cañadas, donde la humedad queda por meses almacenada, es donde los helechos crecen pacientemente, sin ninguna alteración humana o de la fauna silvestre local.
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Al igual que en la Sierra del Diablo del municipio de Jiménez, en Peñoles del municipio de Coronado, la geografía da paso a la existencia de microclimas, que ayudan al crecimiento de ciertas plantas de climas más húmedos y subtropicales.
Las condiciones climatológicas para que un helecho pueda crecer, es que requieren de ambientes cálidos y húmedos, con un rango de temperatura de entre los 15 a 30 grados centígrados, condiciones que reúnen los microclimas que se pueden hallar en Peñoles.
En algunos escondites naturales formados por las grandes piedras de Peñoles y Cañadas, aún quedan algunos charcos de agua de las lluvias precipitadas durante la segunda mitad del año 2022.
Pese a la humedad y agua aún almacenada en los recovecos de Peñoles, el aspecto general actual del sitio es seco, pudiendo observar en algunas partes, helechos un poco marchitos por la falta de agua.
Los microclimas y geografía que favorecen a especies de flora y fauna exótica, favorecieron también a la tribu de los Tobosos, que ya cansados por el asedio de los españoles, se asentaron en Peñoles durante un largo periodo de tiempo.
No sólo los helechos prosperan en Peñoles, también en lo alto de las rocas, parte media y sobre ras de suelo, crecen grandes encinos, algunos de hasta más de seis metros de altura.
