Más de trecientas personas se dieron cita desde muy temprana hora, para realizar la misa en honor al santo patrono de San Isidro Labrador; en donde los fieles externan sus plegarias, principalmente ejidatarios y agricultores, para que el 2022 sea un año próspero en la agricultura y con abundantes lluvias.
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Desde muy temprana hora, ejidatarios de la comunidad de Tierra Blanca del municipio de Jiménez se dieron cita en la capilla de la comunidad del Cordereño, la cual data desde el año de 1885, dedicada en devoción a Don Juan Mendoza; donde se dieron los preparativos para el festejo en honor al santo patrono San Isidro Labrador, el santo de los agricultores.
Norma Olmos, organizadora de los festejos en la capilla de la comunidad del Cordereño, expresa que después de trece años de permanecer cerrada la capilla, de nueva cuenta fue abierta para llevar a cabo los festejos, en lo que consideró un evento especial.
En punto de las cinco de la tarde del domingo 15 de mayo, más de trecientas personas se dieron cita en la capilla del Cordereño, para venerar y escuchar la misa que se ofreció a San Isidro Labrador, santo de los agricultores; de todas las rancherías de la región cetro-este del municipio de Jiménez, Tierra Blanca, Cordereño, California, Miguel Hidalgo, entre otras comunidades.
Entre las plegarias externadas por los agricultores que se dieron cita a venerar a San Isidro Labrador, fueron cosechas abundantes y sanas, abundante agua para este 2022, no dejar desamparados a los agricultores ante la dura sequía que se registra en Jiménez y mucho trabajo. Fueron parte de las peticiones externadas al santo, que como si fuera en respuesta a los agricultores, desde muy temprana hora se visualizó una luna grande y relumbrante que posteriormente eclipsó, indicio de que San Isidro Labrador escuchó las plegarias, según refirieron varios agricultores.
La señora Norma Olmos y su madre, Tere Cerceres, organizadoras de las festividades, comentaron que son eventos muy bonitos, en los cuales el principal objetivo es solicitar el cobijo a San Isidro Labrador, para que ayude a todos los agricultores.
Al finalizar la misa solemne, se repartió la tradicional comida de reliquia o altar, la cual estuvo conformada por asado, sopa, macarrones y refresco de sabor; comida que hasta los mismos dioses se disputarían por probar, ya que la forma de preparación, especias y amor que se le pone a la realización de la comida de reliquia, la hacen un platillo especial y tradicional ya en el municipio de Jiménez.
“Queremos externar nuestro agradecimiento a todos los patrocinadores que hicieron posible este festejo; al alcalde de Jiménez, Marcos Chávez; al DIF municipal de Jiménez; Fernando Montaño; Tino Flores; Gumaro y Luis Medina”, refiere Tere Cereceres.
Los festejos dieron por concluidos a alrededor de las siete de la tarde, en lo que fue un emotivo evento en honor a San Isidro Labrador.