A 10 grados centígrados de la mañana del lunes 03 de enero, primer mes del año nuevo del 2022, con un viento moderado y un sol que apenas calienta la sangre corporal; a las afueras del banco Bancomer, se encontraba ya desde muy temprana hora del día, la señora Manuela Isabel Ogaz, quien pese a estar discapacitada en una silla de ruedas eléctrica, sale día con día a trabajar, vendiendo productos de belleza personal, especialmente para mujeres.
A un lado de una pequeña mesa sencilla, con un mantel simple, la señora Manuela exhibe productos como: perfumes, delineadores, paletas de maquillaje y escasos juguetes, que representan el sustento de vida de Manuela, quien comenta que desde que finalizó el 24 de diciembre las ventas han sido muy escasas.
Para ella no hay pandemia que impida trabajar, pues expresa que no le gusta ser una persona sin utilidad, quien, pese a su discapacidad, prefiere vender pocos productos, para poder así ganarse el sustento del día a día.
Mientras la señora Isabel da su testimonio, el viento frío remolinea en los andares de la calzada, sitio emblemático del municipio de Jiménez, en donde ella realiza sus ventas todos los días, desde hace ya algunos meses.
Con una sonrisa que se vislumbra debajo del cubrebocas, herramienta de trabajo y de salud que lleva todos los días, por el tema de la pandemia del Covid-19, la señora Manuela Isabel Ogaz expresa que por parte del municipio de Jiménez se le apoya con la eliminación del cobro de derecho de venta, situación que ella considera un gran apoyo, derivado de que ha veces no vende nada de sus productos, y otras ocasiones, simplemente recibe algún apoyo de la gente, a quien agradece de todo corazón.
“Pues yo aquí salgo todo los días a echarle ganas, como usted ve, no me gusta andar pidiendo, por lo que prefiero ser útil y vender aunque sea poquito, pero sabe, yo también se de computación, y me gustaría que alguien me tomara en cuenta, me gustaría un empleo como oficinista, aunque no me pagaran mucho, pero que tampoco me regalaran, espero este año poder conseguir un trabajo así, pues yo sé de computación”, expresa muy contenta la señora Manuela.
Mientras alguna gente pasa y observa sus productos, para luego marcharse, Isabel invita a la ciudadanía de Jiménez, a que le compren productos que vende sobre la banqueta de la calzada Juárez, a las afueras del banco Bancomer, donde llueva, truene, relampaguee o haga frío, como lo es en el mes de enero del 2022, Isabel rompe los paradigmas y estereotipos de la sociedad, al salir a trabajar por el sustento de ella, de una manera honrada y honorable.