El profesor José Luis Calzadia Murillo, director de la escuela de albergue para tarahumaras del municipio de Jiménez, expresa que ante este regreso a clases presenciales la escuela ubicada a un costado del departamento de Servicios Públicos, cuenta con altas carencias de recursos e insumos de limpieza, ya que el Gobierno Municipal, Estatal o Federal no se han acercado a brindar el apoyo correspondiente.
Ante el regreso a clases presenciales este 30 de agosto anunciado por el Gobierno Federal y el Estado de Chihuahua, el profesor José Luis Calzadia Murillo, director de la escuela del albergue tarahumara, ubicado a un costado del departamento de Servicios Públicos del municipio de Jiménez, expresa que los padres de familia muestran poco interés en el regreso a clases presenciales este lunes.
Así mismo, expresó que las autoridades municipales de Jiménez, han puesto poco interés en apoyar el regreso a clases de la escuela del albergue, ya que el profesor José Luis, dice que hasta el momento no se han dignado a apoyarlos con insumos de limpieza o equipar más la escuela.
Por otra parte, refirió que a pesar de las promesas de la Secretaría de Educación y del Gobierno Federal de ayudarlos con insumos de limpieza y equipo para la aplicación de los protocolos de salud para el regreso a clases, hasta el momento no ha recibido nada de ayuda de lo prometido.
El profesor José Luis expresa también que hasta el momento él ha gastado de su propio recurso, la cantidad de 500 pesos para poder comprar productos de limpieza para hacer el aseo de la escuela, de una manera muy rudimentaria.
La escuela del albergue tarahumara, refiere el profe José Luis, es una institución que ha sido muy discriminada debido a que la conforman integrantes de diferentes etnias indígenas, por lo que autoridades de los tres niveles de gobierno ponen poca atención a la institución.
El profesor pide la ayuda de la comunidad y las autoridades para poder comprar productos de limpieza y así poder desempeñar las labores de manera más segura y normal, ya que expresó que las familias del albergue, son de muy escasos recursos y a veces lo que ganan en un día es para mal comer, no les alcanza para destinar recursos para la educación.