“Aquí se les pide lo más básico a los padres de familia, un lápiz, cuaderno y pluma, ya que no podemos exigir más, debido a las condiciones en las que se encuentran las familias del albergue, que apenas sacan para la comida del día”, así lo dijo la maestra Luz Loya.
La escuela Pascual Orozco para la educación indígena, se encuentra ubicada en el albergue para tarahumaras, a las afueras de la ciudad, por la carretera que conduce al Ojo de Dolores.
El albergue para tarahumaras es una comunidad en la que indígenas viven en precarias condiciones de vivienda y salubridad. La escuela, comenta la maestra Luz Loya, es atendida por dos maestras que dan clases a una población de 36 alumnos, que van desde los seis años de edad hasta los 12 años de edad, del nivel de primaria.
"Uno de los impedimentos que obstaculizan el regreso a clases presenciales este lunes 30 de agosto fue el nulo funcionamiento de los baños para los estudiantes y personal administrativo de la escuela, ya que ante los nuevos protocolos de sanidad, es indispensable que ya estén funcionamiento, para poder brindar una higiene y evitar un contagio de Covid-19", expresa la maestra Luz Loya.
“Pospusimos el regreso a clases presenciales de los niños por cuestiones de que aún no esté funcionando el baño, que fue hecho por la Fechac y el Municipio, por eso vamos estar iniciando este 6 de septiembre ya las clases. El ingeniero nos comentó que en esta semana venía ya para ver los de los baños, pero hasta el momento no ha venido, sólo estamos esperando que nos entreguen las llaves”.
Hasta el momento la escuela no ha recibido insumos de limpieza por parte de las autoridades educativas, de gobierno o del Municipio de Jiménez, para poder llevar a cabo la sanitización y limpieza de las dos aulas educativas que se encuentran dentro del albergue, por lo que los padres de familia de los alumnos han apoyado con lo que pueden, debido a las condiciones económicas en las que se encuentran las familias del albergue, según expresa la maestra Loya.
“Mire pues usted es el primero que viene a preguntar qué nos hace falta o a ver que pasa en la escuela, hasta el momento no hemos recibido la visita de nadie ni de ninguna autoridad, y es enserio, usted es el primero que viene y nos da mucho gusto, ojalá y escuchen las autoridades y nos apoyen a la escuela y los alumnos”.
La maestra Loya expresa que a los padres de familia se les pide lo básico para este regreso a clases presenciales, debido a las condiciones económicas del albergue, por lo que únicamente se hace hincapié en la adquisición de un lápiz, sacapuntas y un cuaderno para poder desarrollar las clases.
Dentro del mismo albergue y a un costado de la escuela, se encuentra ubicado el comedor escolar, el cual aún no está en funcionamiento a pesar de que el equipo de cocina ya se encuentra dentro del comedor estudiantil.
“El comedor de desayunos calientes ya tiene rato que está ahí, de hecho, ya está el equipo de cocina ahí, pero aun no la han venido a instalar ni se sabe cómo se va estar operando. Probablemente esté operando para diciembre”, maestra Luz Loya.
Para los baños se hizo fosa séptica, y pues ya casi están, pero aún no entregan las llaves y nos urge.
Así mismo, la maestra Luz pide apoyo a la comunidad y autoridades municipales para que la ayuden a tener una escuela más digna y con insumos de limpieza y material para poder desarrollar las clases de mejor manera, en un albergue indígena de muy escasos recursos económicos.