La noche de este viernes, se solicitó la presencia de la policía municipal en una negociación de la vialidad Mariano Jiménez, en la vieja Huejoquilla.
En el lugar se encontraba un bebé de apenas tres meses de edad, el cual mostraba señales de falta de cuidado, pero lo más alarmante, de maltrato.
El pequeño, es hijo de una menor, hermana de una de las trabajadoras del citado establecimiento, la cual indicó que tanto su hermano, así como la pareja de esta, maltrataban al bebito.
Señaló que los "ejemplares" padres golpeaban al infante, no le daban de comer e incluso lo encerraban en el baño para no escuchar sus llantos.
Ante dicha situación, la mujer fue con su hermana a decirle que le entregara al pequeño, a lo que la madre, tranquilamente le dijo que se lo llevara.
Fue así que está persona, también muy joven, solicitó el apoyo de una de sus compañeras de trabajo, ya que no contaba con los medios ni capacidad para atender al bebé.
Fue así que su compañera accedió a ayudarla, por lo que solicitó la presencia policial a fin de dar fe de lo ocurrido y evitar señalamientos o acusaciones posteriores por parte de la progenitora del bebé.
Y es que el pequeño, a simple vista y tras la exploración física por parte de paramédicos de cruz roja, contaba con heridas antiguas, así como quemaduras de cigarrillo en sus piernitas y pies, de las cuales una ya estaba infectada.
Aunado a ello, el infante mostraba trastornos de sueño y alimenticios, tal vez derivados del estrés, ya que no quiere dormir ni comer, algo totalmente discrepante para un bebé de su edad.
Asimismo, los paramédicos observaron que el menor presentaba una posible infección en la garganta. Tras la revisión, lo trasladaron al hospital regional para que se le brindara atención médica especializada.
Al momento no se han emitido mayores datos sobre el estado de salud del angelito, el cual quedó a disposición de las autoridades, las cuales habrán de formular cargos por omisión de cuidados y lo que puediera resultar en contra de los padres del bebé.