En una reciente solicitud de transparencia, el municipio de Jiménez reveló que 83 de sus 619 calles se encuentran en mal estado, lo que representa una problemática diaria en la infraestructura vial. Estas calles presentan múltiples baches y daños en el pavimento, y aunque el Municipio ha implementado acciones para atender esta situación, el avance depende en gran medida de la disponibilidad de materiales y recursos.
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El criterio para clasificar una calle como “en mal estado” se basa en la cantidad de baches. Si una calle tiene entre 4 y 9 baches en un tramo de 40 metros, se considera en mal estado, mientras que aquellas con más de 10 baches en la misma distancia se catalogan en “pésimo estado”. Según el informe, de las 83 calles afectadas, 75 están pavimentadas con asfalto y 8 con concreto, sumando aproximadamente 450 metros lineales de baches detectados hasta la fecha.
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La Dirección de Obras Públicas ha reportado que el 32 por ciento de los baches se concentran en la colonia Pri, un 19 por ciento en el centro y un 51 por ciento en la colonia Guadalupe Victoria. Otras áreas también presentan daños, pero en menor proporción. La dependencia ha implementado un sistema de priorización para atender las calles más afectadas, considerando factores como el volumen de tráfico, la cantidad de reportes ciudadanos y la cercanía a centros escolares.
A pesar de la urgencia de la situación, el presupuesto para el bacheo no es fijo. En cambio, los recursos se asignan según las necesidades inmediatas de reparación, y el avance de las obras depende de la disponibilidad de asfalto, el cual se adquiere cuando la planta proveedora está en funcionamiento. Hasta ahora, la administración actual ha invertido 100 mil pesos en la reparación de dos calles.
El proceso de bacheo en calles de asfalto se realiza utilizando asfalto a alta temperatura. El procedimiento consiste en retirar el material dañado, limpiar el área y aplicar el asfalto, asegurando un sellado adecuado. Para las calles de concreto, se utiliza cemento Portland y un método similar de preparación, aunque este material requiere un tiempo de fraguado más prolongado, lo cual exige una supervisión constante para evitar que los vehículos dañen el área antes de que el concreto esté completamente seco.
Los reportes ciudadanos han sido clave para la identificación de las calles en mal estado, y el municipio realiza inspecciones semanales para detectar nuevas zonas afectadas. Hasta el momento, no se han firmado contratos con empresas para la reparación de baches; en su lugar, los trabajos los ejecuta el personal municipal, mientras que el asfalto y cemento son comprados a proveedores particulares.
Dentro de la solicitud de transparencia se indicó que el tiempo estimado para atender un reporte de bache varía entre 4 y 10 días, dependiendo de la disponibilidad de materiales. Este margen de tiempo y el número de calles afectadas reflejan los desafíos que enfrenta la administración para reducir el índice de deterioro en la red vial.
Este proyecto de rehabilitación, impulsado en gran parte por las denuncias ciudadanas, busca devolver la seguridad y funcionalidad a las calles de Jiménez, mejorando la infraestructura urbana y respondiendo a una de las principales demandas de la comunidad.