Durante el periodo cretácico de la era Mesozoica, la elevación de los niveles del mar en el mundo, dio paso a la formación de un mar interior occidental, el cual recorría todo América del Norte, cubriendo de agua la porción sur del estado de Chihuahua; cuerpo de agua que durante el cretácico tardío, generó lagos internos que dieron paso a la formación de playas e islotes, como el vestigio hallado en el municipio de Jiménez, en la porción suroeste, colindante con el estado de Coahuila.
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Entre las sierras aisladas y estrechas de la porción sur del municipio de Jiménez, Chihuahua, pertenecientes a la llamada Mesa del Norte, emergen en algunos sectores de las faldas de las sierras, los sedimentos del inferior del cretácico, estratos conformados mayormente por areniscas y arenas blancas o de colores amarillos o rojizos.
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La estratigrafía del cretácico inferior o temprano, marcada por la presencia del mar interior occidental, se muestra en sedimentos de arenisca de color amarillo y rojizo, situada debajo de una sierra aislada, evidencia que es visible por alrededor de dos kilómetros; en un sitio en donde predominan los restos fósiles de bivalvos (moluscos) y dinosaurios marítimos.
Como era característico del periodo cretácico, la parte central del municipio de Jiménez, así como de la porción sur de Chihuahua, pudo haber estado marcada por un ambiente cálido, subtropical, por el mar salado de poca profundidad que cubrió el área, hace alrededor de 100 millones de años.
La alta salinidad y minerales del mar occidental, que cubrió parte del estado de Chihuahua, marco la geografía del municipio de Jiménez, dejando grandes depósitos sedimentarios ricos en calcio y carbonato, que hoy se pueden localizar al recorrer los paisajes del municipio, en donde predominan los suelos de caliche, betas de cristales de sílice, cuarzo, canteras, depósitos de cloruro de sodio y dunas de arena, típicas de las de los lugares donde hubo playas.
Del área de estudio in situ, 52 grados al suroeste, pasando de una altitud de mil 346 metros sobre el nivel del mar, a unos cuantos kilómetros del estado de Coahuila, la geografía del municipio de Jiménez, cambia radicalmente en altura, composición sedimentaria y en la flora y fauna del registro fósil.
Con un acuífero salino y grandes depósitos de salinos, delimitados por el conocido "Triángulo de la sal", entre dos puntos del suroeste del estado de Chihuahua y uno del estado de Coahuila, la geología indica una posible época del cretácico tardío, de hace 70 millones de años, cuando el mar interior occidental comenzó su retroceso, formando lagos e islotes.
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Así mismo, unos 38 grados más al suroeste de Jiménez, comienzan las dunas de arena; lugar en donde el registro fósil indica un paleombiente tropical, derivado de la flora fósil de un estimado de 70 millones de años, encontrando troncos de árboles frutos y hojas petrificadas, entre otros fósiles característicos de los climas tropicales.
Mientras que, en el mismo sitio, mediante investigaciones de paleontólogos, se han logrado descubrir huesos de dinosaurio Hadrosaurio o "pico de pato", así como excrementos fosilizados.
Uno de los registros fósiles encontrados, fue expuesto en la Casa de la Cultura por un breve tiempo, años atrás del 2022.
Contrastando los fósiles que se encuentran separados apenas a una distancia de 40 kilómetros, en el primer punto de la investigación, abundan los fósiles, principalmente de fauna marítima; mientras que en el segundo punto, el registro fósil pasa al de flora y fauna terrestre, por lo que se plantea la hipótesis que, al igual que en el estado de Coahuila, el municipio de Jiménez fue parte de las playas del cretácico.