Conmemoran el cuarto aniversario luctuoso del artista jimenense Benjamín Domínguez, con ofrenda floral y la exposición de algunas de sus obras, se honró la memoria y el legado de este ícono de la Vieja Huejoquilla.
Fue un 10 de julio del 2016, cuando uno de los íconos e hijos predilectos de la Vieja Huejoquilla dejaba este mundo, pero no sin dejar un legado importante de su obra para el mundo, el artista plástico, Benjamín Domínguez.
La noche de su nacimiento, un 31 de marzo de 1942, fue el presagio que anunciaba que se trataba de una persona única, tan única como la lluvia que se registró durante toda esa noche, algo totalmente atípico para el desierto de Jiménez.
Su talento en la pintura y las artes plásticas le llevaron a trascender fuera del estado grande hasta que su obra inspirada en el barroco y el neoclásico, entre otros géneros y estilos, le dieran la vuelta al mundo y lo posicionaran entre los grandes del arte.
En honor a su memoria y legado, este viernes, el municipio de Jiménez rindió un homenaje póstumo por el cuarto año de su fallecimiento, colocando una exposición de algunas de sus pinturas más famosas en las inmediaciones de la plaza principal.
De igual forma se colocó una fotografía de él, la cual fue acompañada de una ofrenda floral, donde ciudadanos tuvieron la oportunidad de admirar su talento y recordar a uno de los jimenenses que ha trascendido en el mundo y en el tiempo.