Si no sabes a dónde ir estas próximas vacaciones de invierno, entre los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango existe una joya natural perfecta para vivir en familia. Te presentamos el cenote ‘El Hundido’ el paraje natural que comparten Coahuila, Durango y Chihuahua.
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Se trata del cenote más grande de Chihuahua, escondido entre el desierto de jimenense, guarda un secreto de su origen. Es un cenote de agua dulce, localizado en el municipio de Jiménez, justo al píe de la llamada “sierra del Diablo”, en los límites de la región su de Chihuahua.
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En su interior yace un río subterráneo, al que se accesa mediante una cavidad de unos 50 metros de diámetro por 185 de profundidad se encuentra en este lugar
¿Cómo llegar al Cenote ‘El Hundido’?
Llegar no es una travesía fácil, pues según las estimaciones en la plataforma Google Maps, el viaje desde la ciudad de Torreón es de poco más de 5 horas y media. Trayecto que pasa por la carretera Torreón-Jiménez y la Autopista México 49, misma que incluye peajes.
La entrada a ‘El hundido’ alberga una pequeña isla formada por las rocas y la tierra que cayó por décadas, o hasta siglos, así como una laguna que se extiende en una superficie comparada con las dimensiones de un estadio de futbol profesional.
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Origen de cenote ‘El Hundido’
Hablar del origen de ‘El Hundido’ puede ser desde peligroso, aterrador o atractivo, según el cristal por el que se le mire. Don Luis Martínez, oriundo de La Laguna, descubrió este capricho de la naturaleza hace ya más de medio siglo, preservándolo en secreto durante varias décadas, con el fin de evitar la invasión y apropiamiento por parte del gobierno.
Pero para hablar de su origen hay que remontarnos cada vez más descubrimiento, y aunque no se sabe exactamente cuándo, existen varias teorías entre los lugareños.
Hay quienes dicen, e incluso aseguran, que “El Hundido”, se debe a la voluntad cósmica, la cual envió un aerolito, el cual, con el impacto en la llanura desértica, abrió este boquete que albergaba la laguna y ríos subterráneos que desembocan en Cuatro Ciénagas, Coahuila.
Aunque también aquí encajan las teorías de quienes se basan en el método científico, y señalan que el cenote se formó debido a la corriente del agua, que al pasar de los años remojó, gastó y degradó, las rocas del potrero, colapsando y dando lugar al colosal pozo.
Publicado originalmente en: El Sol de la Laguna
