CD. JIMÉNEZ, CHIH. (OEM-Informex).- Un volado la agricultura y el cultivo de jalapeño en la región, la entrada de producto de otros lugares traerá consigo la disminución en el precio del chile, el cual en sus primeros cortes se cotizó hasta en 7 pesos el kilogramo. Aunado a la expectativa climatológica que pudiera castigar con alguna granizada o precipitación intensa en las labores. Tan solo en Jiménez se siembran mil 700 hectáreas y se producen 25 mil toneladas de jalapeño por ciclo.
El titular de la Junta Local de Sanidad Vegetal, ingeniero Ángel Ramírez Quevedo, dio a conocer que además de la nuez, otro cultivo importante en la región de Jiménez y su economía, es el chile jalapeño.
En este sentido, señaló que se tiene una producción promedio de 25 mil toneladas, y tan solo este año, se han sembrado mil 700 hectáreas, lo cual ha venido impulsando la actividad laboral, ya que incluso jornaleros de otros lugares arriban a la Vieja Huejoquilla para trabajar en las labores.
Sin embargo, este cultivo, y toda la agricultura, representa a los productores el jugarse “un volado”, ya que son diversos los factores que influyen en que la actividad pueda ser rentable o una afectación.
Uno de ellos es el precio, el cual ya se avizora disminuirá con respecto a los siete pesos en que se cotizaron los primeros cortes. Ello por la entrada de producto de otros lugares, entrando en vigor la oferta y la demanda.
Quienes tienen contratos con empresas enlatadoras no se verán tan afectados por dicha situación, en cambio, aquellos que lo venden fresco al mercado, ellos sí sufrirán la baja de precios que pudiera presentarse.
Lo anterior aunado a la escasez de agua en las presas y en los mismos mantos freáticos, lo que cada vez hace más difícil garantizar los ciclos de riego que cada cultivo requiere para su desarrollo.
Otro factor es el clima, el cual por fortuna al momento no ha traído fuertes lluvias en las zonas de siembra, evitando la proliferación de enfermedades en el cultivo, que las tierras queden anegadas o incluso una granizada, pero el riesgo aún es latente.
Por el momento solo queda seguir trabajando y esperar que las condiciones del mercado y del clima sean favorables para que la rentabilidad del cultivo sea congruente con los esfuerzos que los agricultores realizan.
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