Centenares de feligreses acuden al llamado del inicio de la Cuaresma, con la celebración del Miércoles de Ceniza. Los católicos se congregaron en los diferentes templos para recibir la unción que nos recuerda que “Polvo somos y en polvo nos convertiremos”, así como la preparación para los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
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Ayer la comunidad católica celebró el Miércoles de Ceniza, el cual a su vez, es el preámbulo del inicio de la cuaresma, tiempo litúrgico, los cuarenta días anteriores a la celebración de la resurrección de Jesucristo.
Por dicho motivo, centenares de feligreses acudieron a lo largo del día los diferentes templos de la Vieja Huequilla para participar de la misa y ser ungidos por el presbítero con la ceniza producto de la quema de palmas del domingo de ramos del año pasado.
En este sentido, en las diferentes misas se compartió que de acuerdo a la tradición católica, la ceniza representa convencernos de nuestra pequeñez y como símbolo de humildad, así como el recuerdo de que polvo somos y en polvo nos convertiremos, por lo cual es la frase que usa el sacerdote al momento de la imposición de la ceniza.
Asimismo se dijo que con el Miércoles de Ceniza, inicia también el periodo de cuaresma, el cual se conforma de cuarenta días, en los cuales debemos de prepararnos para conmemorar los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Cabe señalar que la cuaresma es un período de 40 días, en virtud de que en la Biblia, el número cuarenta es bastante común: 40 días de diluvio, 40 años del pueblo de Dios en el desierto, 40 días de Elías y Moisés en la montaña, 40 días de Jesús en el desierto antes de comenzar su ministerio y 400 años de opresión del pueblo de Dios por los egipcios, entre otros.
Se resalta que la preparación viene dada dentro del mismo periodo, pero es una preparación continua a lo largo de nuestra existencia, en el que hay que reflexionar, y se nos invita a través de las tres prácticas cuaresmales.
La primera de estas es la oración, en el que se nos dice que debemos entrar en dialogo con Dios, el segundo es el ayuno, el cual se relaciona a la abstinencia de algunos alimentos como las carnes rojas, entre otras, sin embargo también va en el sentido de ayunar de aquellas cosas negativas de nuestra vida, por lo que debemos mostrar una actitud más positiva y fraterna con la sociedad.
La tercera practica cuaresmal es la de la limosna, la cual tiene que ver con el sentido de la caridad, saber compartir lo que Dios nos ha dado, ya sea económico, material o hasta afectivo, ya que en estos tiempos se ve mucho la carencia efectiva, y son prácticas que deberían se llevarse a cabo no sólo en cuaresma sino en todo el año.
