El problema entre el Gobierno del Estado y la Federación continúa, ayer el gobernador Javier Corral Jurado, declaró “si me invitan, ahí estaré”, al ser cuestionado si acudirá a Ciudad Juárez este próximo viernes, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador visitará la ciudad fronteriza.
Por su parte, la Federación confirmó a través de la Delegación del Bienestar en Chihuahua, que la visita del presidente, implica una obra federal y municipal, por lo que el Estado, no está invitado.
El conflicto entre el gobierno estatal y federal, se desató a raíz de la extracción de agua de presas de la zona centro sur del estado, ante lo cual cientos de productores de dicha región, comenzaron una serie de manifestaciones en las que una mujer perdió la vida, al ser víctima de un elemento de la Guardia Nacional, quien presuntamente disparó.
Ayer, la delegación del Bienestar en Chihuahua dio a conocer que el tema de la visita presidencial, se trata de obras con inversión 100% federal, y que el municipio fronterizo participó con la propuesta del Paseo de las Luces en la Avenida Juárez, así como con información para determinar dónde se necesitaban las otras obras.
De esta manera, Bienestar aclaró que se trata de “obras federales con apoyo del Municipio, y por tanto el Estado no participa.
Por su parte, el gobernador Javier Corral Jurado, fue cuestionado ayer sobre la visita a Ciudad Juárez de Andrés Manuel López Obrador, y afirmó que si lo invitan, acudirá al evento, y que buscará la oportunidad de informarle de manera correcta los datos sobre la extracción del agua.
Javier Corral comentó que el presidente López Obrador, siempre será bienvenido en Chihuahua, más aún cuando trae buenas noticias, “Lo cortés no quita lo valiente, pero no nos vamos a acallar ni a trastocar la dignidad de los chihuahuenses”, afirmó en rueda de prensa en la que aseveró que no se quiere la ruptura, sino entablar un diálogo, además de que dijo, en el marco de la visita, se podría tener la oportunidad para informarle al presidente sobre datos que le han brindado de manera errónea.
Momentos antes de estas declaraciones, el mandatario informó que el Gobierno del Estado de Chihuahua, deberá reducir sus gastos de operación en un 20 por ciento, ante la disminución del Presupuesto de Egresos de la Federación, y señaló que espera que no haya represalias ante el conflicto del agua.
Corral Jurado informó que giró instrucciones para que cada Secretaría de estado, dependencia y organismos descentralizados, preparen ajustes a sus presupuestos, a fin de que el impacto sea el menor, lo que se traduce en un recorte de empleados.
Justo seis días antes, el 23 de septiembre, la federación anunció que se había tomado la decisión de sesionar diariamente en la Mesa de Construcción de Paz y Seguridad, solo la parte federal, para cumplir con las obligaciones legales “en virtud de la falta de institucionalidad del gobernador Corral así como su continua descalificación a la Guardia Nacional postura que no genera las mejores condiciones para el trabajo de coordinación”
Anteriormente, Javier Corral, denunció que el Gobierno federal rompió la coordinación que existía para la mesa de seguridad con su gobierno, lo cual -dijo- fue una represalia por el hecho de manifestar su inconformidad con la entrega de agua de la presa La Boquilla a Estados Unidos.
A través de su cuenta de Twitter, Javier Corral explicó que fue el secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo, quien le notificó que en el gabinete de seguridad se acordó que los responsables de las fuerzas federales en el estado sesionen diariamente, por su lado, en la zona militar, atendiendo los temas de su competencia.
De acuerdo con Corral Jurado, Durazo Montaño le notificó de la decisión ante las críticas que ha hecho al gobierno federal, en particular a la Guardia Nacional, por la custodia de la presa La Boquilla.
Anteriormente, el delegado del Bienestar en Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa, afirmó que había sido excluido por parte del secretario General de Gobierno de la Mesa de seguridad.
Lo anterior, luego de que quedar fuera de la “Mesa para la Construcción de la Paz” en la que participan distintos actores y de la cual fue “expulsado” tras señalar que funcionarios estatales se han encargado de politizar el conflicto del agua.
A inicios de septiembre, cientos de agricultores armados con bates y sus herramientas de labriego tomaron la presa de La Boquilla, y cerraron sus compuertas, deteniendo de esta manera el flujo de agua que México debe entregar a su vecino del norte.
Anteriormente se habían trasladado a la capital del estado donde con tractores y demás maquinaria, cerraron la entrada del Palacio de Gobierno y bloquearon calles contiguas.
Las manifestaciones por el conflicto del agua, iniciaron desde el mes de junio, pero cobraron fuerza a mediados de julio, y fue la tarde del 29 de dicho mes, cuando productores de los municipios de Delicias, Rosales y Saucillo, quemaron la caseta de este último municipios, luego de que anteriormente quemaron tres camionetas de la Comisión Nacional del Agua, en el municipio de Delicias.
A esta protesta se sumaron otras, e incluso en una, ocurrida el 9 de septiembre, una pareja fue víctima de disparos de arma de fuego, y fue una mujer quien perdió la vida, luego de que presuntamente un elemento de la Guardia Nacional, disparó en medio de la protesta.
En su momento, la federación explicó que la Guardia Nacional tuvo que actuar para que no hubiera más complicaciones, pues su responsabilidad es proteger a la población.
En este mismo sentido, se refirió que los productores del estado, en este caso de la zona centro y sur, tienen garantizada el agua para este año, ya que pese al Tratado de Agua de 1944, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto por encima de todo el bienestar de los trabajadores, situación que ellos ya conocen.
Insistió en que desde que iniciaron las manifestaciones y actos violentos para una supuesta lucha por el agua, los líderes de esos movimientos estaban al frente de los hechos, incluidos ex gobernadores de Chihuahua.
El gobernador Javier Corral, expresó que había necesidad de tener a la Guardia Nacional en las presas de Chihuahua, en especial en La Boquilla (…) “Esa presencia es la que ha sido muy tensionante desde que hubo una ocupación militar se empezaron a conflictuar las cosas”, dijo el mandatario estatal.
A partir de las protestas, el gobierno federal y estatal “chocaron”, pues el Ejecutivo federal insistió que dichas manifestaciones por la extracción de agua en las presas de Chihuahua se ha usado con propósitos políticos-electorales “y existen intereses por el control del agua”.
Por su parte, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, dijo que al presidente lo “están manipulando y malinformando de lo que realmente está pasando en Chihuahua”.
“Hoy, el propio presidente ha sobrepolitizado de manera inadmisible e inexplicable al tratar de manera tan sesgada este conflicto”.
Javier Corral ha señalado que el propio presidente ha dicho que “nadie está obligado a lo imposible y nosotros no estamos obligados a lo imposible”.
Con colaboración de: Venessa Rivas